El trabajo ocupa buena parte de nuestra jornada y no siempre nos hace sentir plenos, algo que puede llevar a la frustración y desmotivación más absoluta. La felicidad ha pasado de ser una emoción personal a una afección imprescindible a desarrollar y fomentar en el entorno laboral. Tratar de ser feliz mientras desarrollamos las tareas y responsabilidades propias de nuestro trabajo debería ser un objetivo en sí mismo para una calidad de vida mayor.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), seis de cada 10 trabajadores asegura no ser feliz en su puesto de trabajo y, según los datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el estrés es el segundo problema de salud más frecuente en el entorno laboral, teniendo un efecto negativo que se traduce, generalmente, en una bajada del rendimiento, de la productividad y del vínculo emocional con la compañía lo que deriva en un incremento del absentismo generalmente de media o larga duración. Además, también puntualizan que, dentro de la Unión Europea, España es el quinto país con mayores niveles de estrés.
En España, a uno de cada tres empleados le gustaría que su empresa atendiera su bienestar emocional, como parte del programa de beneficios. Sin embargo, solo tres de cada diez afirman que este tipo de iniciativas contribuyen a mejorar su salud mental, según el informe Global Benefits Attitudes elaborado por Willis Towers Watson, España. De este mismo estudio se desprende además que solo el 27 por ciento de los trabajadores españoles piensa que los recursos e iniciativas de su compañía le han animado a llevar un estilo de vida más saludable y el 77 por ciento de los trabajadores espera que sus empresas fomenten políticas de salud y bienestar.
Siete claves para ser feliz en el trabajo
No hay fórmulas mágicas que nos hagan sentir felices en el trabajo, pero sí que podemos aplicar pequeños detalles a nuestro día para tratar de afrontar cada jornada laboral con un mayor optimismo y una visión positiva que ayude también a que nuestra salud mental se vea fortalecida.
1. Hacer uso de las fortalezas personales. Según apunta la consultora Gallup, aquellas personas que tienen la oportunidad de hacer lo que les gusta y llevarlo a cabo en su trabajo, obtienen, por consiguiente, una mayor satisfacción y rendimiento laboral. Es importante aplicar pequeños cambios que respondan o potencien las fortalezas de uno mismo. No obstante, es necesario dedicar tiempo a descubrirlas y buscar la forma de ponerlas en práctica.
2. Aumentar las emociones positivas. “Tal y como apunta la psicóloga Barbara Fredrickson, las experiencias caracterizadas por emociones positivas, nos hacen más inteligentes, más saludables y, además, mejoran nuestras relaciones interpersonales”, afirma Agustín López Guzmán, experto en liderazgo e instructor de Udemy. Así, hay emociones como la alegría, el humor, el optimismo, la esperanza y, por supuesto, la gratitud, que deberían estar siempre presentes en el entorno laboral. Plasmar estas emociones positivas sobre un papel al finalizar cada jornada laboral permite, además, que nuestro cerebro pueda tener la capacidad de detectar siempre los factores positivos frente a los negativos.
3. Practicar la atención efectiva. “Un cerebro atento es un cerebro feliz”, asegura López Guzmán. “La capacidad de concentrarnos es fundamental para nuestro bienestar y felicidad. Por supuesto, siempre contaremos con ciertas distracciones externas (emails, llamadas telefónicas, etc.) e internas (problemas personales, preocupaciones en torno a una tarea personal...) que pueden hacer que uno no pueda concentrarse plenamente en la tarea en cuestión. Por ello, es necesario practicar la concentración”.
4. El sentido del humor es una de las herramientas más útiles en términos de rendimiento laboral. Además de fortalecer las relaciones entre los equipos, ayuda a crear un buen clima y a liberar el estrés acumulado, fomentando el buen desempeño laboral, la confianza y la fidelización hacia la empresa. Ana Sánchez de Miguel, directora de Recursos Humanos de Cigna España explica que “el buen humor en el entorno laboral favorece la productividad, la creatividad y la toma de decisiones. La risa tiene un efecto positivo en la salud. Al reír, el cuerpo reacciona liberando endorfinas, lo que a corto plazo permite aliviar los síntomas del estrés y la tensión acumulada”.
Con el tiempo, tiene un efecto positivo aumentando la motivación, la satisfacción personal y, en general, mejorando los estados de ánimo. “Las iniciativas que fomentan la diversión en el trabajo son totalmente compatibles con la profesionalidad y, lo que es más importante, contribuyen a la creación de empresas más cercanas y saludables por lo que debemos esforzarnos en cuidar de los detalles que hagan sonreír a los empleados”.
5. Mejorar las relaciones interpersonales. La calidad de nuestras relaciones laborales también nos hace más felices y crea entornos y situaciones mucho más saludables. Comportamientos como ser más agradecidos, escuchar activamente a la otra persona, preguntar antes de juzgar, nos ayudan a potenciar las relaciones de calidad en el entorno laboral.
6. Fijar objetivos claros. Para alcanzar la felicidad en el entorno laboral es fundamental también encontrar el ‘para qué’ de lo que uno hace. Es decir, ejecutar nuestro trabajo siempre con un propósito detrás, lo que permite crear una mayor seguridad en lo que hacemos. Para ello, preguntarse a uno mismo: “¿Para qué hago lo que hago?” puede ayudarnos a buscar esa finalidad que consiga hacernos felices.
“En los últimos años, se ha acelerado la investigación sobre la felicidad en el trabajo, pasando de ser una tendencia a considerarse una necesidad en las organizaciones”, afirma el experto. “Por ello, es fundamental que, más allá de generar entornos de felicidad, mediante una mayor autonomía, flexibilidad y procesos ágiles, también las empresas ayuden, capaciten e incentiven a sus colaboradores a la toma de decisiones que les permitan ser felices”.
7. Reír, un asunto de máxima prioridad. Un clima laboral positivo y agradable incrementa la satisfacción personal de los empleados, ayuda a recuperar la motivación y mejora su rendimiento y desempeño, así como nos hace sentirnos mejor con nosotros mismo. Además, favorece el sentimiento de pertenencia, lo que promueve la atracción y retención del talento. Sonreír dicen que alarga la vida y es un sencillo gesto que podemos aplicar en nuestro día para tratar de afrontar con mayor positividad los retos o conflictos que puedan ir surgiendo.