El vacío interior es una sensación subjetiva que sienten muchas personas y que se manifiesta con una falta de propósito vital, personal o laboral, y que lleva a una falta de significado e ilusión ante todo lo que sucede a su alrededor. Las personas que experimentan este sentimiento suelen describirlo como una sensación de vacío interior, de soledad o de insatisfacción profunda que no está relacionada necesariamente con eventos externos específicos.
Ese sentimiento de no disfrutar con nada, de que nada llena, de que algo falta, se apodera de muchas personas. Puede resultar extraño, ya que, aparentemente, pueden tener una vida llena y perfecta. Sin embargo, una sensación de agujero en el estómago o de hueco se ha hecho espacio en su interior, y en él, solo la desmotivación y la desilusión parecen tener cabida. Esto es lo que conocemos como vacío interior.
Pese a que cada persona experimenta el vacío interior de una forma diferente, podríamos definirlo como la sensación de falta de propósito, significado o satisfacción en la vida, acompañada por sentimientos de soledad, apatía, aburrimiento e incluso desesperanza.
¿Por qué sentimos ese vacío interior?
Las causas del vacío interior son diversas y a menudo se entrelazan con diversos factores psicológicos, sociales y existenciales. “En muchos casos, el origen se produce por una desconexión progresiva del yo, del vínculo con uno mismo. La persona pierde el contacto con aquello que la motivaba y la apasionaba, con los intereses y hobbies que tenía, etc. A veces, las personas se mantienen enfocadas en el exterior”, nos explican desde la plataforma de psicología Buencoco.
Es decir, “dedican demasiada atención a otras personas u objetivos, y dejan de lado lo que les ocurre a ellas mismas. En otros casos, la sensación de vacío interior puede aparecer como consecuencia de tener una depresión. Quienes sufren depresión tienen dificultades para sentir placer y disfrutar de actividades con las que antes sí lo hacían, y esto puede agudizar la sensación de vacío y desesperanza”, añaden los expertos.
Las causas pueden ser variadas y complejas, y a menudo están interrelacionadas. Algunas posibles causas incluyen:
- Falta de conexión emocional: La ausencia de relaciones significativas o de apoyo emocional.
- Desconexión de uno mismo: No tener una comprensión clara de quién es uno mismo o de lo que se quiere en la vida.
- Expectativas no cumplidas: Sentirse decepcionado o insatisfecho con la dirección de la vida.
- Trastornos psicológicos: Condiciones como la depresión, el trastorno de estrés postraumático o los trastornos de personalidad.
¿Qué personas son más propensas a experimentar vacío interior? Los psicólogos de la plataforma online nos dan algunas pistas sobre cuáles son los perfiles que más suelen sentir esa apatía o falta de interés por todo en general:
- Personas con trastornos depresivos, ya que estos suelen estar asociados con sentimientos profundos de desesperanza y de que la vida carece de sentido.
- Quienes sufren ansiedad crónica o tienen baja autoestima, debido a preocupaciones constantes y a la incapacidad de disfrutar del presente.
- Personas con trastorno de la personalidad limítrofe, por su inestabilidad emocional extrema y sentimientos crónicos de vacío.
- Quienes sufren estrés postraumático.
- Personas con trastorno de personalidad narcisista, que pueden experimentar sentimientos de insuficiencia.
- Adolescentes y jóvenes adultos, puesto que su búsqueda de identidad les puede llevar a sentimientos de vacío existencial mientras tratan de encontrar su camino en la vida.
¿Cómo se afronta ese vacío interior?
En ocasiones, para intentar llenar ese vacío, se opta por empezar a hacer múltiples actividades, buscar nuevos estímulos, etc. “Pero esto no suele conducir a la resolución del problema. Incluso puede resaltar esa sensación de vacío al no obtener resultados. Pensemos, por ejemplo, en quienes llenan sus momentos de bajón a base de compras. ¿Llenan sus vacíos? El rato que dura la compra, pero después todo sigue igual. Ni las compras ni los constantes cambios de pareja o rellenar tu vida a base de eventos sociales lograrán acabar con esa sensación”, explican.
¿Qué se puede hacer entonces? Lo primero es “reconocer y aceptar la señal de que es necesario hacer cambios en la vida que se está llevando. ¿Quizás es una vida volcada en demasía hacia fuera, en lugar de en tu persona? Después, hay que tratar de explorar las motivaciones personales de cada uno, indagar en tu interior, sin juicios”, nos aconsejan.
Es importante también “dedicar tiempo al autocuidado y al autoconocimiento, dos cosas clave para conseguir recuperar las ilusiones y las ganas. Reencontrar la motivación y reconectar con tu persona es posible, pero no todo el mundo dispone de todas las herramientas para poder solucionar, por sí mismo, aquellas inquietudes o sensaciones que le hacen sentir mal. En este caso y si el sentimiento de vacío se convierte en limitante, la terapia es de gran ayuda no solo para deshacerse de esa sensación de vacío, sino para adquirir herramientas y poder enfocar las situaciones desde otras perspectivas y que ese “agujero” no aparezca de nuevo”.
Por supuesto, cuando nos sentimos así de apáticos y con ese vacío interior, lo mejor siempre es pedir ayuda psicológica a un profesional que nos ayude a entender qué nos sucede y cuáles son los motivos que nos han llevado hasta ahí para poder tener las herramientas que nos ayuden a recuperar la alegría.
En resumen, “el vacío interior puede ser un síntoma de la necesidad de búsqueda de significado y autenticidad en la vida de una persona. Con el apoyo de un psicólogo se pueden identificar las causas subyacentes de este sentimiento y desarrollar estrategias para encontrar un mayor sentimiento de plenitud y satisfacción, mejorando así la calidad de vida”.
Los tipos de terapia que de forma habitual tratan este tema son, según Buencoco:
- Terapia cognitivo-conductual, para identificar y modificar patrones de pensamientos negativos que contribuyen a estos sentimientos.
- Terapia de aceptación y compromiso, enfocada en la aceptación de las emociones y la voluntad en realizar acciones que se alineen con los valores personales, trabajando hacia un sentido más claro de identidad y propósito.
- Terapia psicodinámica para resolver conflictos inconscientes que estén contribuyendo a la sensación de vacío.
- Desarrollo de habilidades de afrontamiento, para ayudar a la persona a desarrollar estrategias de manejo del estrés y aumentar la resiliencia emocional.