Calor y sexo parecen ir de la mano cuando se acercan las vacaciones. Con la llegada del buen tiempo, el cielo es más azul, brilla más el sol y aumentan nuestras ganas de disfrutar más de la vida. Y es que el verano tiene algo especial, algo mágico que nos hace sentir más vivos, más conectados y, por supuesto, más felices. La subida de las temperaturas hace que, sospechosamente o no, aumenten las ganas de tener sexo cada menos tiempo. ¿Es esto una casualidad? No, no lo es y te explicamos por qué.
Con respecto a lo primero, ¿por qué tenemos más ganas de sexo en verano? Por norma general, durante la temporada estival nos gusta tomarnos unos días de descanso en los que disfrutar de nuestro tiempo libre haciendo aquello que más nos gusta y descansar. Hay que tener en cuenta también que hay más horas de sol y que los días son más largos: nuestro cuerpo recibe una mayor cantidad de vitamina D, que directamente activa la producción de oxitocina u hormona de la felicidad y el placer, con lo que aumenta la liberación tanto de testosterona como de feromonas a través del sudor.
Además, cuando nuestro cerebro recibe una cantidad mayor de luz solar hace que nuestra hipófisis se active, liberando las hormonas que mejoran las erecciones. Toda esta mezcla provoca que el cuerpo, que es sabio y se acostumbra pronto a lo bueno, pida un extra de ‘fuego’.
“Más allá de tus hormonas, es probable que sientas más deseo en verano no sólo por el sol y el calor. También porque estás más relajada, probablemente estés de vacaciones o tengas menos volumen de trabajo. Si tienes pareja, seguramente hayáis disfrutado de más tiempo a solas, momentos de calma y relax donde es más fácil liberarse", dice Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub.
Si no, "quizá hayas gozado de una buena masturbación bajo la ducha fresquita. Todos esos estímulos liberan tu deseo: recuerda que el placer empieza y acaba en el cerebro. Si estás notando que tienes más deseo y fantasías por cumplir, es el momento para dar el paso y probar experiencias nuevas. ¡Da rienda suelta a tus fantasías!”, asegura Bizzotto.
¿Qué hacer con esas ganas de sexo de noche y de día? Cumplir nuestras fantasías puede ser el plan perfecto para estos días de vacaciones o plantear nuevas alternativas como abrir nuestra relación. Cada vez son más el número de parejas que se plantean hacerlo en algún momento, bien por descubrir nuevas sensaciones o incluso por mantener viva la llama de la pasión.
Tanto es así que según la tercera oleada del CIS el pasado año sobre relaciones sociales y afectivas, el 44,1 por ciento de los españoles está de acuerdo en que se pueden mantener relaciones sexuales fuera de la pareja sin la necesidad de incumbirse afectivamente, y, un porcentaje un poco superior, el 47,4 por ciento, cree que una persona puede mantener dos o más relaciones afectivosexuales a la vez, por lo que este verano puede ser un buen momento para llevarlo a cabo.
“Para abrir la pareja es importante tener una relación sana donde la comunicación sea abierta, donde ambas partes, donde nos sintamos cómodas hablando de nuestros deseos y sentimientos y donde ambas partes tengamos ganas de explorar cosas nuevas", explica.
"El verano puede ser un buen punto de inicio, ya que suele haber más eventos liberales, solemos tener más tiempo de calidad para nosotras mismas, más disponibilidad para descansar o para hacer trabajo emocional en pareja. Si a esto le sumas que hay muchas personas que dicen sentir más deseo sexual en verano... ¡Es el combo ideal!”, añade Bizzotto.
Verano y sexo: combinación perfecta
No es casualidad que durante el verano nuestras ganas de tener sexo aumenten. La ciencia nos respalda: más horas de sol significan más vitamina D, que juega un papel crucial en la regulación de las hormonas sexuales como los estrógenos y la testosterona. Estos cambios hormonales aumentan nuestro deseo sexual, haciéndonos sentir más atractivos y dispuestos a la conquista.
Un estudio de la Universidad de Tel Aviv confirmó que la exposición a los rayos UV incrementa las hormonas sexuales en nuestro cuerpo, aumentando nuestro deseo. Pero no solo se trata de ciencia.
El verano nos invita a vivir más al aire libre, a vestirnos con menos ropa y a relajarnos más. Ya sea en una terraza, en la playa o en una escapada romántica, estas situaciones crean el ambiente perfecto para encuentros sexuales espontáneos y apasionados.
Según una encuesta de Boston Medical Group, más de la mitad de los españoles considera el verano como la época más activa para el sexo, por delante de la primavera y el invierno. También se reveló, en el mismo estudio, que junio (18%), julio (25%)y agosto (43%) son los meses del año en los que se tienen más encuentros sexuales.
Sexo y felicidad: conexión indiscutible
Si hay algo que todos buscamos, es la felicidad. Y aquí es donde el sexo juega un papel fundamental. Diversos estudios han demostrado que la actividad sexual regular no solo mejora nuestra salud física, sino también nuestro bienestar emocional. Un estudio de la Universidad de Indiana encontró que las personas que practicaban sexo reportaban un mayor bienestar al día siguiente, sintiendo que la vida tenía más sentido y experimentando más estados de ánimo positivos.
Sin embargo, desde LELO nos recuerdan que “no se trata solo de la cantidad de sexo, sino de su calidad. La intimidad y la conexión emocional durante el acto son cruciales. Los besos, las caricias y las conversaciones íntimas después del sexo son los que realmente nos hacen sentir bien. Es esta conexión la que incrementa nuestra felicidad y nos deja con una sonrisa en el rostro al día siguiente”.
Salir a la calle y encontrarse con un día espectacular nos pone de buen humor, eso está claro. Y cuando estamos de buen humor, somos más propensos a querer conectar con los demás, tanto emocional como físicamente. Las cálidas temperaturas nos invitan a ser más sociables y a salir más. Este estado de relajación y bienestar nos hace más abiertos a experimentar y a disfrutar de nuestra sexualidad de una manera más plena.
“Además, durante el verano, tenemos más tiempo libre. Las vacaciones nos permiten desconectar del estrés diario y centrarnos en el disfrute puro y duro. Esta desconexión es clave para aumentar nuestro deseo sexual y mejorar nuestras relaciones íntimas. Nos sentimos más libres, más relajados y, en definitiva, más felices”, nos dicen.
Tips para disfrutar al máximo
Para sacarle el máximo provecho al verano, aquí van algunos consejos prácticos:
- Aprovecha las mañanas: las altas temperaturas también pueden ser agotadoras, así que mejor optar por los encuentros sexuales por la mañana, cuando todavía estamos frescos y llenos de energía.
- Juega y experimenta: el verano es perfecto para experimentar. Juguetes sexuales, juegos previos prolongados y sexo en el agua son algunas ideas para mantener la chispa sin derretirse en el intento.
- Mantente hidratado: Beber mucha agua es esencial para mantener la energía y evitar el cansancio que puede traer el calor.
- Crea ambientes románticos: Escapadas, cenas bajo las estrellas y paseos por la playa pueden ser el preludio perfecto para una noche apasionada.
