A estas alturas nadie duda de que la actuación de la banca durante la crisis que ha provocado el coronavirus ha servido de oxígeno para el mantenimiento del flujo económico del mundo empresarial y de las familias. Entidades como CaixaBank, Bankia, Kutxabank y Cajasur Banco, Abanca, Unicaja Banco, Ibercaja Banco, Liberbank, Caixa Ontinyent, Colonya Pollença o Cecabank han hecho un trabajo extraordinario durante todo este 2020 para apoyar a las pymes y grandes empresas del país y han mantenido y reforzado su compromiso social, con sus programas de ayuda a los colectivos más vulnerables.
Lejos queda ya el fantasma de la última crisis financiera en la que los bancos no contaban con las suficientes palancas para aportar más soluciones. En esta ocasión, han sido el mejor y mayor aliado de las diferentes administraciones públicas. La pandemia ha demostrado que la banca es un sector esencial en cualquier economía. ¿Se imaginan un país sin bancos? ¿Dónde guardaríamos nuestros ahorros y con qué seguridad? ¿Cómo podría el 65% de la población en España tener una vivienda en propiedad? ¿Cómo y dónde invertiríamos nuestro dinero para conseguir rentabilidad? ¿Cómo podrían las pymes de nuestro país hacer frente a los gastos de circulante o a una inversión para expandir el negocio? ¿Cómo efectuaríamos los pagos de servicios básicos como el agua, el gas o la electricidad?
La importancia del sector radica en que actúa como sistema circulatorio de la economía. Sin la banca no existiría el estado del bienestar. El sector financiero protege los ahorros de los ciudadanos al mismo tiempo que ofrece la financiación necesaria para adquirir viviendas, coches y garantiza la liquidez de los recursos de los clientes. De la misma forma, emite productos financieros con los que hacer más rentable esos ahorros para poder reinvertirlos en nuevos proyectos empresariales o de vida, en el caso de las familias.
Las entidades adheridas a CECA, que representan algo más del 40% del sector bancario en España, generaron en 2019 un impacto económico total de 117.104 millones de euros
A fin de cuentas, la banca contribuye a generar riqueza y a elevar el nivel de vida de la sociedad. Como pone de manifiesto un reciente estudio de la consultora KPMG, el impacto económico de las entidades adheridas a CECA, que representan algo más del 40% del sector bancario en España, fue en 2019 de 117.104 millones de euros, de los que 156.013 se generaron a través de la dinamización por la financiación concedida y 21.091 millones de euros por la propia actividad corporativa de las entidades.
En cuanto a la aportación de la banca al empleo, el año pasado las entidades de CECA contribuyeron a sostener 3,3 millones de puestos de trabajo. Finalmente, la contribución fiscal del sector fue también especialmente significativa con algo más de 5.000 millones de euros en 2019, lo que equivale a un tipo impositivo total de 42,98%.
El sector ha sido fundamental en el despliegue de las medidas económicas de emergencia puestas en marcha
Más destacable si cabe ha sido el despliegue de las medidas económicas extraordinarias puestas en marcha por el sector, actuando como puente entre el Gobierno y la sociedad. Desde el inicio de la crisis, los bancos y cajas de CECA mantuvieron una interlocución constante con las autoridades económicas, monetarias y laborales del país. Sin esta estrecha colaboración no hubiese sido posible poner en marcha las medidas de emergencia. La banca ha actuado como dique de contención de la crisis movilizando grandes volúmenes de financiación, con y sin aval público, para proveer de oxígeno financiero a las pymes y apoyar al máximo la continuidad de estos negocios.
Además de las medidas inéditas de apoyo, los bancos permitieron a los ciudadanos durante el confinamiento seguir operando y garantizando el acceso a los servicios financieros gracias a su red de sucursales, los canales online y la atención telefónica.
La necesaria colaboración de la banca con el sector público
Hasta la fecha, España es el segundo país de la Unión Europea que mayor volumen de créditos ICO ha movilizado, tan solo por detrás de Francia. En el país vecino se han otorgado algo más de 120.000 millones, frente a los 100.000 millones de euros nacionales. Muy por detrás está Italia, con 55.000 millones de euros. La banca ha hecho posible que 525.000 empresas accedan en tiempo récord a los créditos con aval del ICO gracias a su capilaridad y conocimiento de los clientes.
Esa capilaridad que ofrece la banca, con una red de más de 23.000 oficinas bancarias, de las que más de 10.000 pertenecen al sector CECA, es una de las fortalezas que ha permitido que los fondos llegaran ahí donde eran más necesarios, y en esta nueva etapa de recuperación, vuelve a ser indispensable para drenar los fondos a los proyectos más alineados con los requisitos de la Unión Europea.
Además, la banca cuenta con el conocimiento experto y cercano tanto de las grandes empresas como de las pymes de los diferentes sectores de actividad. Tiene una dilatada experiencia en el análisis, viabilidad y la implementación de esquemas de financiación para proyectos de inversión.
De la misma manera que la banca ha canalizado ágil y rápidamente los avales del ICO, el sector puede ser clave ahora para ayudar a la Administración a canalizar los fondos europeos
La respuesta de la UE ante la magnitud de la crisis ha sido la puesta en marcha del Plan Europeo de la recuperación a partir del instrumento Next Generation dotado con 750.000 millones de euros. De estos fondos, 140.000 millones han sido asignados a España, que se enmarcarán dentro del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la Economía Española.
Se trata sin duda de un plan ambicioso ya que representa alrededor del 11% del PIB. Pero también entraña una gran complejidad, ya que pretende transformar profundamente nuestro tejido productivo a través de la digitalización y la sostenibilidad.
Y en este punto el sector tiene mucho que decir. Los bancos son expertos en manejar altos volúmenes de inversión, haciendo posible que la riqueza llegue a la sociedad. De ahí, que los programas de colaboración público-privada entre la banca y las diferentes administraciones se presenten como la mejor opción para salir más fuertes de esta crisis económica que ha provocado la pandemia.