Juntar personas mayores con y sin discapacidad para que compartan sus inquietudes y se formen juntos en informática era el objetivo básico con el que nació el Proyecto “Intercapacidades”, que empezó tímidamente el año pasado de forma experimental en Ciudad Real y cuyo éxito hizo que se extendiera a toda Castilla-La Mancha en este 2020, gracias a una de las ayudas de la última edición de la Convocatoria Anual de Ayudas a Proyectos Sociales de la Fundación Mutua Madrileña.
“El proyecto ha desmontado algunos mitos demostrándonos que nuestros mayores quieren aprender cosas nuevas, que tienen inquietud para afrontar nuevos retos o la paciencia necesaria para enseñar”, explica Olga Cañizares, técnico en programas en Plena inclusión Castilla-La Mancha y responsable -junto con Inciso Integración y Avicemcam (Asociación de Voluntarios de Informática de Centros de Mayores de Castilla la Mancha)- de este proyecto.
Proyectos como “Intercapacidades” podrán beneficiarse de la IX Convocatoria de Ayudas a Proyectos Sociales de la Fundación Mutua, dotadas de un millón de euros y cuyo plazo de solicitud se encuentra abierto hasta el próximo 2 de octubre en la web de la fundación. Los proyectos deberán estar enmarcados en distintas categorías, como discapacidad, ayuda a la infancia con problemas de salud, violencia de género, integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión social, cooperación al desarrollo e innovación social. Este año, además, la convocatoria incluye una nueva categoría para proyectos que aborden secuelas sociales y económicas del Covid-19 en personas sin hogar, mayores y familias vulnerables.
Adaptación a la nueva situación
Y es que las consecuencias del paso del Covid-19 por nuestro país han desbaratado la organización y previsiones de muchos proyectos, como “Intercapacidades”, sin ir más lejos, un proyecto centrado en los mayores, que han sido uno de los colectivos más perjudicados. El virus ha obligado a reformular la iniciativa para adaptarla a la nueva realidad social sin perder su objetivo: “Estamos buscando espacios y herramientas para que los talleres de alfabetización digital y uso de dispositivos móviles en gestiones diarias puedan realizarse de forma online”.
La crisis sanitaria ha tenido mayor impacto en la población mayor, especialmente los que viven en residencias: “Las medidas de desescalada para los que asisten a centros ocupacionales de día han de ser muy rigurosas para preservar su salud por encima de todo. De ahí que hayamos desestimado hacer talleres presenciales este año. Por otro lado, los centros de mayores y sus espacios comunitarios, donde íbamos a realizar algunas actividades del proyecto, van a permanecer cerradas y sin previsión de apertura”.
Y aunque los mayores prefieren el cara a cara, sin pantallas, “creemos que con esta nueva fórmula virtual los participantes van a poder relacionarse con más personas de distintos municipios de la región, van a aprender a ser autónomos para comunicarse digitalmente y no quedarse aislados en caso de confinamiento”, detalla la responsable del programa.
“Intercapacidades” intenta unir a mayores con y sin discapacidad porque “la realidad es que las personas mayores con discapacidad intelectual apenas tienen relaciones sociales y éstas, muchas veces, se reducen al entorno profesional y familiar. Nuestros mayores con discapacidad superan todos los 45 años y están muy interesados en temas digitales. En el caso de los mayores sin discapacidad, son personas jubiladas, expertas en informática, con muchas inquietudes y ganas de desarrollar nuevos proyectos. Sorprende lo pacientes que son, el interés que tienen por conocer gente nueva y por desarrollar una labor de voluntariado”, cuenta.
Proyectos como “Intercapacidades” plantan cara al aislamiento social con ilusión y con mucho trabajo: “Afortunadamente nuestros mayores voluntarios tienen sus propios proyectos vitales y ayudar a otros forma parte de su crecimiento. Cuando no están transmitiendo sus conocimientos en centros de mayores o centros penitenciarios, viajan y disfrutan de la vida”.