“Después de un largo proceso de selección he conseguido ser contratada. Comienzo a trabajar el lunes que viene con un contrato indefinido. ¡Estoy feliz!” Estas palabras de Belén, una diplomada en Empresariales de Madrid de 52 años que llevaba uno desempleada, sintetizan a la perfección la razón de ser del programa Impulsa Mujeres, una iniciativa de Endesa y Fundación máshumano nacida en el año 2020 dentro las acciones realizadas bajo el Plan Endesa de Responsabilidad Pública contra el Covid-19. ¿Su objetivo? Facilitar la inclusión socio laboral de mujeres en desempleo con hijos a cargo u otras responsabilidades familiares.

Gracias a esta iniciativa, 449 mujeres han tenido acceso a diferentes herramientas para mejorar sus capacidades de empleabilidad y adquirir mayor seguridad, crecimiento y desarrollo profesional. El programa ha trabajado el desarrollo de diferentes habilidades tanto personales como sociales o enfocadas específicamente a la empleabilidad y la búsqueda activa de empleo. “Los conocimientos adquiridos en el curso han sido fundamentales para volver a posicionarme y ser visible en el mercado laboral”, asegura Beatriz, diplomada en empresariales de Las Palmas de 51 años, otra de las participantes.

Gracias a esta iniciativa, 449 mujeres han tenido acceso a herramientas para mejorar sus capacidades de empleabilidad y adquirir mayor seguridad, crecimiento y desarrollo profesional

Impulsa Mujeres busca ayudar a sus participantes a posicionarse en mejores condiciones en el mercado laboral. Para ello, ha reforzado sus capacidades, disminuyendo sus obstáculos personales y del entorno y favoreciendo su autonomía, además de dotarlas de los recursos necesarios para empoderarlas de cara a su incorporación al mercado laboral. Según un muestreo realizado a los dos meses de haber realizado el programa, el 35% de las participantes afirmaba haber encontrado empleo, un porcentaje que ocho meses después se elevó hasta el 55%. Además, un 93% ha participado en procesos de selección o en entrevistas de trabajo. “Mi teléfono llevaba año y medio sin sonar y en una semana he tenido dos entrevistas de trabajo”, confirma Begoña, especialista de Humanidades de Huesca de 44 años, que lleva más de más de un año desempleada.

Autoconfianza

Las mujeres se vieron especialmente afectadas por la pandemia del Covid-19. Un 57% de los parados de larga duración en España son mujeres, con el segmento de mayores de 55 años como principales perjudicadas. Estas cifras confirman a este grupo de población como especialmente vulnerable y un colectivo que tiene en la autoconfianza uno de sus grandes talones de Aquiles.

Precisamente, uno de los puntos del programa mejor valorados por las mujeres que han tomado parte en el mismo ha sido la formación para mejorar su autoconocimiento, reconocer y manejar emociones, potenciar la automotivación y la marca personal. El 98% de estas mujeres creen que el curso ha sido de gran ayuda para mejorar su autoestima, seguridad y la confianza en sí mismas. “Necesitaba un punto de partida para iniciar mi reincorporación al mercado laboral y este programa me lo ha proporcionado. Me ha aportado herramientas para enfrentarme a mis inseguridades y poder así comenzar mi búsqueda desde una posición más fuerte”, destaca Natalia, titulada FP en secretariado de Madrid de 55 años y un año en situación de desempleo.

El 35% de las participantes afirmaba haber encontrado empleo, un porcentaje que ocho meses después se elevó hasta el 55%

La mejora del CV ha sido, para un 88% de las participantes, otro de los puntos fuertes de la experiencia.  “En mi caso en particular, me apunte con la intención de aprender a hacer CV más actuales y con las nuevas herramientas digitales del mercado, y el curso ha superado y con creces mis expectativas”, dice Inmaculada, FP en administrativo de gestión de Cádiz de 51 años y más de un año desempleada.

El programa ha centrado su atención en el colectivo de mujeres en situación de desempleo, con formación de grado medio o Formación Profesional, con hijos a su cargo u otras responsabilidades familiares y residentes en las CCAA en las que se ha llevado a cabo el programa. En esta convocatoria se han recibido más de 1.350 solicitudes de participación, entre las que las procedentes de mujeres de entre 30 y 50 años han sido las más numerosas.

A lo largo de un total de 25 horas de formación gratuita realizadas en Madrid, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Aragón, Galicia, Canarias y Baleares, las participantes han tenido ocasión de elaborar su propio proyecto profesional hacia el que dirigir su inserción laboral, realizando un itinerario ajustado a sus necesidades, intereses y expectativas. Para ello, se ha trabajado con una metodología de desarrollo por competencias y empoderamiento. Todo, bajo la premisa de que el proceso de inserción es un recorrido que realiza la persona para mejorar su empleabilidad, mediante el desarrollo de competencias personales que le permitan conseguir la inserción laboral.

El programa ayuda a las participantes a desarrollar:

• Habilidades personales. Como el autoconocimiento, definiendo su perfil profesional, aprendiendo a reconocer y manejar emociones, potenciar la automotivación, la marca personal y la seguridad y confianza en una misma.

• Habilidades sociales. Cómo crear conductas y habilidades sociales eficientes para la búsqueda de empleo (comunicación verbal y no verbal, manejo de redes sociales, etc.)

• Habilidades ara la empleabilidad. Determinar su objetivo profesional, estrategia en la búsqueda activa de empleo (plataformas, redes sociales, etc.), entender el mercado laboral, las claves de los procesos de selección (el C.V., las pruebas previas, las entrevistas, etc.)

La metodología que han seguido cada uno de los programas incluye un módulo de formación, uno de coaching grupal y otro de seguimiento y evaluación. Además, el programa se ha marcado los siguientes puntos clave: Autoconocimiento y estrategia de futuro; digitalizar la búsqueda de empleo, entendiendo el actual mercado laboral y el funcionamiento de las principales plataformas; flexibilidad para alcanzar las metas, trabajando las soft skills; actualización del cv, adaptándolo a nuevos diseños; ampliar la red de contactos y trabajar el networking; empoderar a las participantes para reforzar su autoconfianza y motivación personal, y, finalmente, compartir experiencias con otras compañeras.

Cristina, técnico superior en Educación de Cádiz de 39 años y varios meses en paro resume así la experiencia: “Es un curso totalmente práctico y recomendable, que me ha dado una visión que desconocía y el empuje que necesitaba para seguir buscando empleo sin rendirme. ¡Muchas gracias por hacerme sentir capaz de nuevo!”

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