La empresa
Philip Morris lleva más de una década apostando por un modelo basado en la ciencia y en la trasparencia con el objetivo firme y decidido de conseguir un mundo libre del humo de los cigarrillos. En concreto, este nuevo modelo persigue el desarrollo de una serie de productos sin combustión y sin humo que demuestren científicamente ser mejores en comparación con los cigarrillos convencionales. Muestra de este firme compromiso de la compañía es que, en poco más de 5 años, los ingresos procedentes de los productos sin humo han pasado a suponer un 30% del total de sus ingresos. Sus previsiones apuntan a que, para el 2025, estos ingresos sean del 50%.
Sólo hay que mirar las cifras para ver que nuestro compromiso con un futuro sin humo no tiene vuelta atrás
Alternativas sin combustión
Existe bastante confusión alrededor de las alternativas sin humo y sus efectos. Juan Páramo aclara que “estos productos no sirven para dejar de fumar, sino que están destinados exclusivamente a aquellos fumadores adultos que van a seguir fumando”. Respecto a los efectos, recuerda que lo mejor que una persona puede hacer es dejar de fumar o, directamente, nunca empezar a hacerlo. Pero que, en caso de seguir fumando, los productos sin humo suponen una mejor opción en comparación con el cigarrillo de toda la vida porque eliminan la combustión y el humo, causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. En este punto aclara que estos productos no están libres de riesgo puesto que contienen nicotina, que es adictiva.
“Estos productos no sirven para dejar de fumar, sino que están destinados exclusivamente a aquellos fumadores adultos que van a seguir fumando
Situación internacional y regulación
En países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Francia o Grecia, las alternativas sin humo ganan terreno avaladas por las investigaciones científicas. Philip Morris pide a los legisladores que se apoyen en la ciencia y en la investigación de forma que cualquier decisión de regulación sobre los diferentes productos se haga en función del perfil de riesgo que tengan, y siempre basado en la ciencia.
Por supuesto que las alternativas sin humo se tienen que regular y controlar. Pero son productos del siglo XXI, y pedimos para ellos una regulación del siglo XXI
Futuro sin humo
La compañía manifiesta su compromiso por alcanzar un futuro sin humo en el que de manera progresiva se vayan sustituyendo los cigarrillos convencionales por estas nuevas alternativas sin humo. Más de 8.000 millones de dólares invertidos en investigación, casi un millar de científicos ingenieros y tecnólogos dedicados a ello y más de 4.500 patentes registradas solo el año pasado son las credenciales que presenta la compañía en ese cambio de modelo.
Queremos que los fumadores adultos que van a seguir fumando tengan acceso a información avalada por la ciencia acerca de estas nuevas de alternativas avaladas por ciencia
Contenido ofrecido por Philip Morris Spain.