Ubicada en el sudeste de la Comunidad de Madrid, los orígenes de Nuevo Baztán no se remontan a la época de la dominación romana ni hay que buscarlos en las tensiones entre cristianos y musulmanes del periodo medieval, sino que son mucho más recientes, poco más de 300 años de antigüedad. Sin embargo, no por ello la historia de esta Villa de Madrid es menos apasionante que la de otros lugares de mayor recorrido histórico. De hecho, Nuevo Baztán es toda una singularidad debido precisamente a su origen: el ambicioso sueño de un hombre de la Ilustración, Juan de Goyeneche, materializado por uno de los grandes arquitectos de la época, José Benito de Churriguera.
El resultado de esa combinación de talentos y capacidades es una asombrosa ciudad a imagen y semejanza de su época: la Ilustración. "El visitante que se acerque a Nuevo Baztán va a descubrir una localidad en la que el tiempo parece haberse detenido en el S.XVIII, ya que la organización del espacio es idéntica al momento en el que se fundó; urbanismo, casas, edificios... Todo está igual que en el año 1700”, destaca Isabel Gonzalez, responsable de Turismo de Nuevo Baztán.
Declarada Monumento Histórico Artístico en 1941 y Bien de Interés Cultural a principios del año 2000, Nuevo Baztán debe su nombre a Baztán, la localidad navarra de la que era originario Juan de Goyeneche. El político la fundó de la nada con la idea inicial de crear allí a un centro agrícola y una fábrica de vidrio. Un objetivo que fue creciendo en ambición y tamaño gracias a la inagotable envergadura de los sueños (y de los medios materiales para hacerlos realidad) de Goyeneche. Eso sí, unos sueños muy sujetos a la mentalidad austera, racional y funcional propia de la Ilustración. “Nuevo Baztán es un ejemplo de urbanismo ex novo, porque donde ahora se levanta Nuevo Baztán, antes de 1700 no había nada. Es el producto de un sueño, de un proyecto empresarial, fabril, repoblador y urbanístico pionero en Europa”, señala Isabel Gonzalez.
Nuevo Baztán es el producto de un sueño, de un proyecto empresarial, fabril, repoblador y urbanístico pionero en Europa”, (Isabel González, responsable de Turismo)
Centro de interpretación
El trazado urbano, fruto de la combinación de las ideas económicas y urbanísticas de Goyeneche y la maestría de Churriguera, es uno de los grandes atractivos de esta ‘moderna’ Villa de Madrid. Una interesante forma de comenzar la visita es acercarse al Centro de interpretación. Ubicado en la antigua bodega del Palacio de Goyeneche, el espacio recoge interesantes maquetas, ilustraciones interactivas y muestras de algunos de los artículos que se elaboraron en los talleres y fábricas de Nuevo Baztán, tales como paño, vidrio, papel o perfumes. De esta forma, el visitante obtiene una panorámica en perspectiva del origen y desarrollo de todo complejo fabril.
Trazado urbano
Pero la mejor manera de empaparse del espíritu de Nuevo Baztán es recorrer su trazado urbano. Meticulosamente planificado, fue concebido para albergar el primer complejo de fábricas y viviendas de la historia de España, y en su construcción se emplearon los más avanzados conocimientos y técnicas urbanísticas del momento. “Nuevo Baztán fue el primer lugar en Europa donde se levantaron en el mismo lugar los talleres y las fábricas, las casas de los maestros, oficiales y artesanos y los edificios destinados a cubrir las necesidades de la población. Un lugar ideado a escuadra, en el que todo estuvo planeado y decidido con antelación y al que llegaron los mejores maestros de cada oficio a trabajar y a vivir", explica Isabel Gonzalez.
Meticulosamente planificado, el trazado urbano fue concebido para albergar el primer complejo de fábricas y viviendas de España
El trazado ortogonal es eminentemente funcional y está concebido para poder ser ampliado en varias direcciones en función de las necesidades de la población. Está compuesto por seis manzanas en las que se ubicaron hornos, plazas, edificios de servicio, huertas, avenidas, arboledas, fuentes y las viviendas de los trabajadores. Todo ello organizado alrededor de tres grades núcleos: el palacio, la iglesia y las fábricas principales. Otra característica es su marcado carácter jerárquico, de manera que los edificios mejores y más grandes, en los que residían las principales personalidades de la ciudad, se sitúan en las proximidades del Palacio y se van degradando a medida que se alejan del centro urbano.
Conjunto de plazas
En el urbanismo en cuadrícula de Nuevo Baztán todos los espacios tienen un sentido. Cada una de sus plazas, por ejemplo, tenía una función especifica. La Plaza de la Iglesia nació como recurso teatral para enmarcar el conjunto monumental ante el viajero. La Plaza del Mercado o del Secreto, era el centro económico y comercial. La Plaza de Fiestas, como su propio nombre indica, el lugar de celebraciones del pueblo. Y, finalmente, la Plaza de la Cebada congregaba las casas de los agricultores en los lindes de la localidad.
Palacio de Goyeneche
En el centro del Complejo, ocupando la parte izquierda del frente monumental, se encuentra el Palacio de Goyeneche, residencia del fundador y centro neurálgico de Nuevo Baztán. El edificio es de planta cuadrara y consta de dos plantas. La sobriedad propia de la Ilustración está presente en todo este diseño de Churriguera, salvo por alguna licencia ornamental, como la cabeza de un león con el ajedrezado heráldico del Valle del Baztán entre sus fauces, o las dos cabecillas angulares, uno con gesto risueño y fruncido el otro, que ayudan a sostener el balcón principal.
A través del zaguán del palacio se accede a un patio interior, jalonado con arcos de medio punto rebajado. En la planta superior se encuentran las estancias principales y los salones palaciegos. El conjunto se remata con un torreón de inspiración herreriana, un homenaje personal de Churriguera a su admirado Juan de Herrera, arquitecto del Monasterio del Escorial.
Iglesia San Francisco Javier
Anexa al palacio y comunicada con sus estancias a través de corredores, está la Iglesia, sustituyó la capilla interior de la residencia de los fundadores para atender las necesidades de una población en continua expansión. Se trata de una pequeña iglesia de tres naves y presbiterio rectangular. El retablo mayor, obra de Churriguera, está elaborado en mármol de Cuenca y dedicado al santo navarro San Francisco Javier. La iglesia tiene dos tribunas y coro en altura, y su cúpula es de media naranja, de dos cuerpos y con ocho ventanas. En la fachada de la construcción, encima del entablamento, destaca una hornacina con una la figura de San Francisco Javier, obra del mismo Churriguera.
Senda de Valmores
A pesar del pionero carácter urbanita de Nuevo Baztán, también es una villa en la que abundan los atractivos naturales. Muy recomendable es la Senda de Valmores, un recorrido circular de unos 7 kilómetros de distancia muy accesible para todo tipo de senderistas. El camino parte del conjunto histórico y aúna el interés ecológico de un recorrido por terrenos representativos de la fisonomía típica de la región sureste de la Comunidad con el histórico. El recorrido está jalonado de una serie de hitos que ayudan a entender cómo era la vida en el Batán original, entre ellos destacan el Batán de Valdeñigo, los Paredones de San Blas, la Fábrica de Gamuzas o el Mirador El Balconcillo.
¿Qué encuentra el visitante en esta Villa de Madrid? Así lo resume su responsable de Turismo, Isabel González: “Nuevo Baztán es un lugar tranquilo, donde el tiempo no pasa, donde solo se oye el cantar de los pájaros, repleto de gorriones y golondrinas y vencejos en primavera, donde todo el conjunto histórico es peatonal y donde se desarrollan durante todo el año multitud de actividades culturales y turísticas en los espacios palaciegos”.