Son conocidos por sobrevivir en el vacío del espacio y resistir condiciones de temperatura, humedad y presión que acabarían con cualquier otra criatura viva. Ahora, los tardígrados - también llamados “osos de agua” - añaden una nueva capacidad a su catálogo de superpoderes: una especie recién descubierta de estos animales es capaz de resistir la radiación ultravioleta mediante una capa de pigmentación que actúa como una especie de “escudo” fluorescente.
El hallazgo ha sido publicado esta semana por el equipo de Harikumar R. Suma y Sandeep M. Eswarappa en la revista Biology Letters y, como tantas veces, se debe un poco la serendipia. Los investigadores del Instituto de Ciencias de la India estaban recogiendo muestras de los musgos que viven en el hormigón del edifico y con frecuencia encontraban tardígrados que habitaban en las zonas más soleadas. Uno de los sus experimentos consistía en exponerlos a la luz de una lámpara ultravioleta, que habitualmente se utiliza como germicida en el laboratorio, ya que acaba con todo organismo vivo. Especies como el gusano C. elegans no sobreviven más de 5 minutos a esta radiación y otras mueren incluso antes. Entonces alguien se dejó un tubo de ensayo con tardígrados bajo la lámpara UV y al apagar la luz se dieron cuenta de que el tubo emitía un brillo azul.
“Está absorbiendo la luz ultravioleta y emitiendo luz visible inocua en el espectro del azul”
Examinando las muestras al microscopio el equipo descubrió una nueva especie de tardígrados que han bautizado como Paramacrobiotus BLR y que se caracterizan por una apariencia rojiza, emitía un brillo azul bajo la lámpara ultravioleta. Al someter a otros tardígrados como Hypsibius exemplaris a la luz de la misma lámpara, muchos morían a los 15 minutos y la mayoría no sobrevivía 24 horas, pero los osos de agua de la nueva especie sobrevivían sin ningún problema, incluso cuando multiplicaron la dosis de radiación por cuatro. El motivo por el que brillan ante la luz UV es la acumulación de un pigmento bajo su piel que absorbe la radiación convirtiéndola en inocua. “Está absorbiendo la luz ultravioleta y emitiendo luz visible inocua en el espectro del azul”, asegura Eswarappa.
El siguiente paso fue extraer este pigmento para analizarlo y cubrir con él a otras especies de tardígrados como H. exemplaris y al gusano C. elegans para ver si, protegidos con este "escudo" químico, aguantaban mejor la radiación ultravioleta. Y el resultado es que aumentó el tiempo que resistían bajo la lámpara UV, lo que les anima a pensar que cuando desentrañen la composición de este pigmento, podrían aplicarlo para patentar algún tipo de crema solar protectora que pudiera usarse en humanos. “Hay otras especies que muestran tolerancia a la luz UV”, concluye Eswarappa, “pero [esta nueva especie] es la única que utiliza la fluorescencia como un mecanismo para resistir la letal radiación ultravioleta”. Quien sabe si en el futuro el conocimiento de estas pequeñas criaturas no abrirá las puertas a diseñar estrategias para que nos protejamos nosotros mismos aquí en la Tierra y ta vez en la exploración de otros planetas.
Referencia: Biology Letters, DOI: 10.1098/rsbl.2020.0391