El rey Felipe VI destacó la figura de Alfredo Di Stéfano, fallecido este lunes en Madrid a los 88 años de edad, y reconoció que se ha ido "un grande entre los grandes", una "figura irrepetible" que hizo del fútbol "un arte". "Quiero transmitir el pésame a su familia, a toda la familia madridista, a la afición, al club y a todo el fútbol español. Hoy le lloramos todos. Se trata de una figura irrepetible, única en el mundo", dijo el monarca español, que llegó al Santiago Bernabéu en torno a las 20.00 horas y fue recibido por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.
El Rey añadió que Di Stéfano fue "una personalidad extraordinaria". "Hizo del fútbol un arte. Lo sentimos todos muchísimo. Mantendremos siempre nuestra admiración y gratitud", añadió Felipe VI, que compartió unos minutos con la familia del fallecidoDurante las diez horas que estuvo abierta en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu, miles de personas acudieron a brindar el último adiós a 'La Saeta Rubia', símbolo del madridismo con cinco Copas de Europa en su palmarés.
Desde antes de que se abriera la capilla, a las 10:40 horas, cientos de personas esperaban en una larga fila en los aledaños del Bernabéu. Algunas de ellas, visiblemente emocionadas, salían del estadio con lágrimas en los ojos. El primero en llegar al estadio fue el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que ejerció de anfitrión con todas las personalidades que iban acudiendo e incluso se fotografió con algunos aficionados que se lo pidieron. Junto a Pérez estuvo también en todo momento Emilio Butragueño, exfutbolista y actual director de Relaciones Institucionales del club.
Poco después de la apertura, llegaron la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el entrenador de fútbol -exjugador del Real Madrid- José Antonio Camacho, el exsecretario de Estado para el Deporte Jaime Lissavetzky y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.
Uno de los momentos más emocionantes de la jornada matutina fue el último adiós que brindó el actual jugador madridista Dani Carvajal, que el 12 de mayo de 2004 colocó junto a Di Stéfano la primera piedra de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Otros componentes del actual primer equipo madridista que se acercaron hasta el estadio para despedir a Di Stéfano fueron Nacho Fernández, Sergio Ramos y el capitán Iker Casillas, que interrumpió sus vacaciones para despedirse de un hombre del que, según dijo, "todo de él recuerda al Real Madrid".
José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, llegó al estadio a las 11:25 y, tras dar el pésame a la familia madridista por la desaparición del mito blanco, declaró ante la prensa que Di Stéfano ha sido "el futbolista más grande que se ha conocido".
En esa línea se mostró la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que avanzó que en uno de los próximos plenos municipales propondrá dedicar un espacio público a 'La Saeta rubia'.
El desfile de personalidades siguió con la llegada de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, y de Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, que acudió a mostrar su pésame a la familia de parte de "todo el deporte español" y aseguró que Alfredo di Stéfano fue "un jugador de leyenda, irrepetible y el mejor de la historia". Entre tanto, el goteo de seguidores madridistas y admiradores de Di Stéfano continuó sin cesar, aunque con momentos de poca asistencia entre las 14:30 y las 17 horas.
Por la tarde, la presencia de los presidentes del Deportivo (Tino Fernández), Sevilla (José Castro), Betis (Manuel Domínguez) y Valencia (Amadeo Salvo) engrosó la nómina que por la mañana inauguraron los máximos mandatarios de Valladolid (Carlos Suárez), Levante (Quico Catalán) y Atlético de Madrid (Enrique Cerezo).
El último de ellos en llegar fue el barcelonista Josep María Bartomeu, que después de dar el pésame a los familiares y departir con Florentino Pérez y otros directivos del Real Madrid se marchó por una puerta lateral del palco de honor, igual que Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).