Kevin Ware, del Louisville, sufrió una de las lesiones más escalofriantes de la historia del deporte después de intentar bloquear un lanzamiento. El joven jugador se rompió la pierna por dos sitios (tibia y peroné), con una fractura abierta.
Algunos compañeros rompieron a llorar en ese instante, otro estuvo a punto de vomitar, el técnico tuvo que secarse las lágrimas mientras veía cómo el hueso se había salido y el joven jugador no paraba de gritar "ganad el partido, ganad el partido".
La acción fue tan terrible que el Lucas Oil Stadium enmudeció, se hizo el silencio, la CBS ofreció dos repeticiones y no volvió a mostrar la fatídica acción y Louisville tardó más de tres minutos en reaccionar. Ware fue clave en el triunfo previo ante Oregón en la semifinal regional con 11 puntos saliendo desde el banquillo y fue operado inmediatamente en Indiana. Al final, Louisville ganó a Duke 85-63.
Mientras lo retiraban en camilla para ser ingresado en el Health Methodist Hospital de la Universidad de Indiana, Ware les pidió a sus compañeros que jugasen y no les preocupase nada más que ganar el partido. El técnico, Pitino, dijo que la tibia de la pierna derecha de Ware asomaba sobre la piel más de 10 centímetros y que a pesar del dolor que sentía, el joven jugador siempre trató de tranquilizarlos a todos.
El joven jugador de 20 años, un nativo del Bronx, sufrió la lesión cuando cayó mal después de saltar para intentar taponar un triple de Tyler Thornton, de los Devils, y tras un marcador parcial de 21-20 favorable a los Cardinals.
El último parte médico ofrecido por la oficina del Director Atlético de Louisville señala que Ware fue operado la pasada noche por un grupo de especialistas y que el dolor lo tenía controlado. Se espera que el jugador permanezca ingresado en el centro médico hasta el martes y el proceso de recuperación no será inferior a un año, de acuerdo a lo que ya anticipó Pitino.
Ware mandó desde el hospital mando mensajes a través del Twitter a sus compañeros dándoles ánimo y pidiéndoles que luchasen por conseguir el título nacional cuando el próximo sábado, en el Georgia Dome de Atlanta, jueguen la semifinal ante los Shockers, que ganaron el título en el Oeste a pesar de llegar como novenos cabeza de serie.
Louisville, Syracuse, Wichita State y Michigan son los campeones regionales del baloncesto universitario estadounidense y disputarán la 'Final Four' por el título de campeón nacional de la NCAA.