Sainz se detuvo en el kilómetro 181 de la especial por una avería, presumiblemente una rotura de motor.
Un helicóptero de la organización se desplazó hasta ese punto para recoger a Sainz y su copiloto y trasladarlos al campamento de Calama.
Hasta esta jornada, el piloto madrileño estaba muy descolgado en la clasificación general del rally por problemas en su vehículo.
El martes pasado, en la octava etapa, se rompió el tubo de gasolina del Buggy y Sainz tuvo que ser remolcado por otro vehículo para terminar el tramo cronometrado.
A más de tres horas del líder en la general, Sainz se había propuesto para los próximos días trabajar para el equipo y su compañero, el catarí Nasser Al-Attiyah.