La historia de la velocista india Dutee Chand sigue rodeada de oscurantismo. Hace tres meses que no se sabe nada de ella. Justo después de que la Federación de Atletismo solicitará a la de la India una prueba de género en el mes de julio. Chand se convirtió en la primera velocista de la India en llegar a una final en un evento mundial de atletismo en 2013. A sus 18 años ya era campeona nacional en 100 y 200 metros y bronce en los Juegos Asiáticos en 100.
Sin embargo, una prueba posterior descubrió en ella unos niveles naturales de testosterona que normalmente sólo se encuentra en los hombres. Un caso parecido al de la sudafricana Caster Semenya. Tercera de siete hijos de una pareja de tejedores de la región de Odisha, Chand ha advertido que no está dispuesta a someterse al tratamiento "correctivo" (terapia de supresión hormonal y, a veces incluso de cirugía genital) prescrita por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), el Comité Olímpico Internacional (COI) y otras entidades deportivas que rigen este ámbito.
Chand dio unos índices de testosterona propios de un hombre tras lograr el bronce en los Juegos Asiáticos
Se ha abierto una campaña de apoyo 'Let Dutee Run’ que ya cuenta con 4.000 firmas y los medios de comunicación de la India están movilizándose a su favor. Los detalles sobre el caso de Chand y su evolución no se han hecho públicos, pero todo apunta a que le ofrecieron la terapia correctiva hormonal y la llamada cirugía "feminizante”.
¿Dónde acaba la mujer y comienza el hombre? El límite lo marcan las hormonas androgénicas, conocidas habitualmente como Testosterona. Hay cierto desacuerdo sobre el espectro normal de los niveles de testosterona para los hombres y las mujeres en general, pero hay un consenso en que por lo general hay una fractura en esos niveles durante la pubertad. En un primer momento, IAAF, conjuntamente con la Comisión Médica del COI, decidió que no podían pasar el límite inferior de la gama masculina, 10 nanomoles por litro de sangre. Sin embargo luego se cambió la normativa y una simple queja de una rival, basada en unos hechos o síntomas razonables, puede generar una investigación.
