Desde luego, Ikea ha hecho anuncios mucho mejores e impactantes, pero en su último trabajo publicitario lo principal es el mensaje. Que, más o menos, viene a decir: hasta personajes como José Mourinho, que en público parece desagradable o malo, ofrece una cara mucho más amable cuando se refugia en un hogar acogedor y confortable.
Se trata de una campaña basada en un vídeo ficticiamente "robado" desde el exterior de la presunta casa de un Moruinho falso. El actor con cierto parecido al entrenador del Real Madrid aparece en el jardín hablando por teléfono. Gesticula y pronuncia varias veces su famoso "¿por qué?". En el siguiente plano se le ve dentro de casa, en bata y preparando el desayuno, con tostada, zumo de naranja y flor incluida para subírselo a, se supone, su esposa.
En la última secuencia, un relajado Mourinho de pega baja las escaleras, bromea con la asistenta, se presta a probar un guiso y, en el guiño más gracioso del vídeo, la empleada del hogar da la espalda a la cámara y se comprueba que viste una camiseta del Barça, concretamente una con el dorsal 10 y el nombre de Messi. El falso técnico luso la mira, se ríe e incluso la aplaude, todo amabilidad y simpatía. Fin. La pantalla pasa a negro y aparece el mensaje que pretende vender Ikea: "Nuestra casa nos hace mejores". Incluso a Mourinho.