Finalmente pudo más la inquina de Florentino que el interés económico del Real Madrid y el club se hará cargo de desembolsar casi 20 millones de euros brutos para colocar a Iker Casillas al Oporto y evitar al presidente el mal trago de verle en la presentación del Real Madrid. Lo que no está nada claro es que su sustituto sea David De Gea, portero del Manchester United.
Florentino Pérez acabó ‘tragando’ con las condiciones del Oporto, el único equipo que ha accedido a su petición de hacerse con los servicios de Iker Casillas, y se hará cargo de compensar el dinero que no asumirá el club portugués. El Oporto pagará a Casillas una ficha de 2,5 millones netos por temporada, con una oferta de dos campañas, por lo que el de Móstoles ganará 5 millones en dos años. Como su contrato con el Real Madrid hasta junio de 2017 le aseguraba cobrar 14 millones netos, restan por asumir 9 millones de los que se hará cargo Florentino. Así, el Real Madrid abonará al portero casi 20 millones de euros para sacarse de encima a su capitán y el jugador más laureado de la historia del club.
Otro síntoma más de un club que es manejado por el criterio personal y subjetivo de un presidente al que aplauden su capacidad de gestión, pero que en realidad compra futbolistas por un precio por encima del valor de mercado como Bale (100 millones de euros) y acaba echando a jugadores y técnicos con contrato en vigor a los que debe indemnizar para que abandonen la disciplina blanca.
Son numerosos los casos de jugadores y entrenadores que han recibido el finiquito del club abandonando antes de tiempo el Real Madrid. Jugadores de la categoría de Raúl, Hierro o Iker Casillas, o técnicos como Jose Mourinho o Carlo Ancelotti. Sorprende la imagen que genera el presidente de buen gestor, cuando en los últimos tiempos ha sido capaz de enemistarse con las estrellas del vestuario blanco, como es el caso de Iker Casillas, Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo, con quien no se habla.
Una vez asumido el pago de la ficha de Casillas, que será ‘regalado’ al Oporto, el siguiente problema es lograr el traspaso de De Gea, al que el Manchester United ha advertido que viajará a Estados Unidos con el resto del equipo. El portero de Illescas es una pieza clave en el esquema de Van Gaal y la única opción que tiene de salir de Old Trafford es que se produjese un trueque con Sergio Ramos, con su compensación económica consiguiente, algo que descarta el Real Madrid. El de Camas, que tiene una oferta de 55 millones por cinco temporadas del club inglés, no deja de repetir que saldrá del Real Madrid este verano, ya que se ha tomado como algo personal su enfrentamiento con Florentino.
Y como adelantó Vózpopuli el pasado 12 de junio, quien entra en escena es el portero del Espanyol, Kiko Casilla, quien hace casi un mes comenzó a negociar su llegada al Bernabéu, algo que se ha confirmado tras el pago del Real Madrid de los tres millones que indicaban el preacuerdo al que había llegado el club de Chamartín con el jugador y el club perico. El portero llegaría como sustituto de Casillas para disputarle el sitio a Keylor Navas, dada las complicaciones de la salida de De Gea del United hasta el próximo verano.
Iker sabe que su futuro en el club es muy complicado, especialmente tras conocer por boca de Rafa Benítez que no contaba en sus planes para ocupar la portería blanca. Sin embargo, el portero ha preferido callar, ante la campaña de desprestigio organizada desde el club por el presidente y su prensa afin. Florentino quiere lavar su imagen, tras las numerosas salidas por la puerta de atrás de emblemáticos jugadores del club y para ello ha dado orden, con muchas dosis de cinismo, de preparar una despedida a Casillas a modo de homenaje por sus 25 años en el club y sus 16 temporadas en el primer equipo, superando los 500 partidos de Liga.