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El mejor equipo de fútbol de todos los tiempos ya está en casa

Los jugadores de La Roja pisan suelo español con su tercer título internacional en el bolsillo.

La selección española ya está en Madrid, donde ha comenzado la fiesta de celebración de la conquista de la Eurocopa 2012, tras un vuelo de vuelta desde Kiev de tres horas y cuarenta y cinco minutos de duración, que los jugadores aprovecharon para descansar.

Los internacionales españoles disfrutan de un nuevo éxito, el tercero en cuatro años y saborean la gesta de convertirse en la primera selección que consigue la triple corona. Tras golear a Italia en la final de Kiev, los futbolistas no abandonaron el Olímpico hasta las 2.30 horas de la madrugada.

La celebración sobre el césped fue más familiar que nunca y siguió en el vestuario donde tras la visita del Príncipe Felipe de Borbón, los jugadores disfrutaron de un nuevo éxito. Pocas horas de sueño, tras la fiesta preparada en Kiev, antes de que esta mañana se dirigiesen al aeropuerto para volver a España un mes después.

El vuelo, encabezado por el presidente de la Federación Española de Fútbol Ángel María Villar, y el cuerpo técnico con el seleccionador Vicente Del Bosque a la cabeza, partió con media hora de retraso que se recuperó en el aire. En lugar de las 12.00 hora local, partió a las 12.30 horas, una menos en España, para aterrizar en el aeropuerto de Barajas a las 15:42 minutos.

Los jugadores recibieron una sorpresa de la tripulación del vuelo, una tarta con la bandera de España que les felicitaba por un nuevo éxito. Sergio Ramos, con la colaboración de Xabi Alonso, Cazorla y Cesc, le dio volumen a su Ipad con altavoces y animó  un vuelo marcado por la tranquilidad.

Algunos como Fernando Torres aprovecharon un instante de pausa para ver fotos de celebración de la Eurocopa, con su pareja y su hija en el césped. El capitán, Casillas leía la prensa, Piqué desconectaba jugando a una consola portatil junto a un asiento en el que estaban dos balones que guarda como gran tesoro de la final, y Víctor Valdés iba sentado junto al elegido mejor jugador del torneo, Iniesta, repasando un nuevo campeonato inolvidable.

Sergio Busquets jugaba al parchís en el Ipad, el juego de moda en la concentración de la selección junto a la ya clásica pocha de cartas, con Ramos y Albiol. Unos instantes de fotos con el trofeo para los medios de comunicación y muchas firmas entre los propios jugadores en camisetas para el recuerdo.

El encargado de despertar a todos, como no, fue Pepe Reina. En los últimos instantes del vuelo, el portero cogió el micrófono e hizo cantar a todos sus compañeros. La fiesta volvía a comenzar. Las calles de Madrid abarrotadas de aficionados esperaban para celebrar el tercer título en cuatro años de éxito.

Del aeropuerto se trasladaron al cercano hotel Barajas, donde descansaron una hora antes de iniciar el recorrido triunfal. La primera parada, el Palacio de la Zarzuela, donde fueron recibidos por el Rey, los Príncipes de Asturias, sus hijas y la Infanta Elena. 

"No es fácil hablar a unos tricampeones, nos habéis dado una alegría a todos los españoles y no solo por ganar, sino porque como personas sois formidables. Habéis sabido ganar y ser buenos como equipo, eso es fruto de vuestro saber, de vuestro empeño y sobre todo el trabajo de Vicente Del Bosque, que ha sabido aguantar muchas cosas. Enhorabuena y esperemos que sigamos con esta racha", dijo Juan Carlos I en su breve discurso.

A las 19:00 horas, después de una larga sesión de fotos y de corrillos entre los miembros de La Roja y los de la Casa Real, el autobús descubierto con los tricampeones abandonó el Palacio de la Zarzuela y puso rumbo al centro de la capital.

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