Prácticamente desde su estreno como entrenador al frente del Barça B, Pep Guardiola decidió no conceder entrevistas. Así lo hizo también durante su etapa en el primer equipo azulgrana y desde su llegada al Bayern de Múnich. Sin embargo, el catalán ha hecho una excepción con motivo de sus 100 primeros días como entrenador del club muniqués y ha hablado largo y tendido para el 'Bayern Magazin'.
Sobre su llegada al banquillo del Allianz Arena, Pep Guardiola explica que "cuando el Bayern se puso en contacto conmigo por primera vez, supe después de un segundo 'esto tienes que hacerlo'. No quise dejar escapar la oportunidad de poder trabajar aquí, con este gran equipo. Y si no hubiera dicho que sí entonces, seguramente no me hubieran vuelto a preguntar".
Por lo que respecta a esos primeros meses en el club bávaro, el de Santpedor cuenta que "personalmente no me parece relevante ser líder en octubre, aunque lógicamente es algo bonito ir primeros. Lo esecial ahora mismo es que encontremos nuestro estilo. Estamos metidos en el proceso y hemos alcanzado un buen nivel con las actuaciones ante Manchester City y Bayer Leverkusen, un nivel que queremos mantener. En honor a la verdad, me ha sorprendido un poco lo rápido que los jugadores han captado mis ideas. Aún necesitamos tiempo, pero tras la primera mitad de temporada puedo decir que estoy muy satisfecho con lo que mostramos en el campo".
En cuanto a lo que está por venir, Pep asegura que "seremos aún mejores cuando todos los jugadores estén disponibles. Pero a la postre sólo estaremos luchando por los títulos si cada uno de los jugadores de esta extraordinaria plantilla acepta mis decisiones. Si no, tendremos problemas. Soy muy amigo de mis jugadores si aceptan lo que digo. Apoyo a quien asume mis decisiones, pero quien no lo quiera entender se quedará en la grada muchas veces".
Preguntado por el nuevo puesto que ocupa Lahm, reconvertido de lateral derecho a medio centro, Guardiola asegura que "para mí es vital, es uno de los jugadores más inteligentes del mundo y estoy convendido de que podría acostumbrarse a jugar en cualquier demarcación. Es imposible tener éxito de forma continuada sin un buen centro del campo y sin él ahí, no nos habría ido tan bien ante City y Leverkusen".
Finalmente, de su vida en Múnich explica que "no tiene nada que ver con Nueva York, pero diría que se asemeja a Barcelona. No tiene playa ni mar, pero es una ciudad muy bonita. Mi mujer y mis hijos, que cada día vuelven contentos del colegio, también están a gusto. Así que creo que seguiré aquí durante un tiempo para conocerla mejor y también la región de Baviera".