Illarramendi marcó un gol, el segundo en toda su carrera, pero no celebró nada. Es lógico, la Real le ha dado mucho, pero también es antinatural, por lo mucho que se jugaba el Madrid. Lo normal, lo que han hecho todos los jugadores desde que eran niños, es gritar, saltar y ser felices después de marcar. Cosas del profesionalismo, que compite contra los propios instintos.
También es natural el ruido de la grada de Anoeta cuando Ilarra tocaba el balón, aunque algunos se indignen como esa señora de los Simpson que siempre dice “¿es que nadie va a pensar en los niños?”. Es tradición futbolera que las aficiones no perdonen que los que fueren sus ídolos crucen el rubicón y se enrolen en filas que consideran enemigas. Y no vale de nada el dinero que haya por medio en la transacción, eso es parte del fútbol pero no de la gente, que circula en otras vías.
Aquel gol de Illarra, el primero de la noche en San Sebastián, abrió la senda de la victoria para el Real Madrid hasta un contundente 0-4. Una victoria necesaria para seguir en la brecha, pero insuficiente para que echen a soñar. El problema ya no está en lo que consiga el equipo sino en lo que haga el resto. A los blancos les hipoteca jugar los últimos, pues no les queda espacio siquiera para sonreír un rato esperando el milagro en otros lados. Aquella semana fatídica aún colea para el Madrid.
Los de Ancelotti comenzaron sufriendo, en la primera mitad dominó más la Real, aunque justo cuando acababa llegó el gol de Illarra. Pero después, tras el descanso, paradójicamente pareció más descansado que su rival. Y eso que venía de jugar Champions y contaba con numerosas bajas, empezando por la de Cristiano. Tuvo varias opciones de marcar y, finalmente, terminó sentenciando con un error de Bravo seguido de un zurriagazo de Bale.
Después marcó el tercero Pepe y Morata el cuarto y, además, tiraron dos balones a los palos. En otras circunstancias la alegría estaría desbordada, no en vano es un 0-4 en San Sebastián, uno de los estadios de élite de la Liga, donde perdió el Barcelona hace no tanto tiempo. En el presente, por el entorno, igual se nota más la desazón de la tabla clasificatoria que el buen sabor de boca de una victoria importante.
"Estoy muy contento. Tengo un equipo al que le gusta luchar y estoy orgulloso de entrenar a este equipo", dijo Ancelotti. "Esta victoria refuerza a la plantilla. Estamos en una muy buena racha. Nos encontramos atrás en la clasificación, pero vamos a luchar hasta el final", añadió el técnico italiano.
- Ficha técnica:
0 - Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Mikel (Rubén Pardo, min. 73), Iñigo Martínez (Ansotegi, min. 17), José Ángel; Markel Bergara, Elustondo, Zurutuza (Agirretxe, min. 62); Canales, Griezmann y Vela.
4.- Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Nacho; Modric, Illarramendi, Xabi Alonso (Casemiro, min. 86); Isco (Di María, min. 80), Bale (Morata, min. 85) y Benzema.
Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a Mikel, Markel, Iñigo Martínez, Illarramendi y Xabi Alonso.
Goles: 0-1, min. 45: Illarramendi. 0-2, min. 66: Bale. 0-3, min. 84: Pepe. 0-4, min. 88: Morata.
Incidencias: partido de la trigésima segunda jornada disputado en el estadio de Anoeta ante unos 30.000 aficionados.