La historia se escribe por fascículos. Con tinta, pluma y buena letra. Dejando que el tiempo fluya y que el empeño invertido en esas letras, líneas, párrafos y páginas den sus frutos. En silencio y con paciencia.
Esta ha sido la bandera que ha convertido a Saúl Craviotto en aquel deportista español con más medallas conseguidas en unos Juegos Olímpicos. Solo, en pareja o incluso compartiendo esa experiencia con otros tres compañeros más. Puede que el capítulo del piragüista leridano le deba mucho a su compañía, pero lo que está claro es que se trata de un ejemplar único. De esos por los que invierten millones.
Con la reciente medalla de bronce de este pasado jueves en la final del K4 500 desde los Juegos Olímpicos de París 2024, Craviotto se queda solo en la cima del reino Olímpico español, donde ya figuran las seis preseas que le permiten desempatar con el también palista David Cal y que le convierten en el deportista olímpico español más laureado de la historia. Se dice pronto, pero su valor es incalculable.
El bronce conseguido en el Estadio Náutico Vaires-Sur-Marne junto a Rodrigo Germade, Marcus Walz y Carlos Arévalo le permite cumplir con su cita por las medallas por quinta vez consecutiva. Desde aquel oro junto a Carlos Pérez Rial 'Perucho' en el K2 500 en Pekín 2008 han pasado 16 años. Desde entonces, el piragüista nunca ha fallado.
Cuatro veces campeón del Mundo y otras tres de Europa; un total de once medallas mundialistas y seis continentales, pero han sido los aros olímpicos los que han convertido a Craviotto (Lleida, 1994) en leyenda. Hasta París, el catalán acumulaba dos oros, dos platas y un bronce en Juegos Olímpicos, un palmarés que ha logrado aumentar gracias a otra serie inolvidable en la que "su K4" pasó por la línea de meta en tercer lugar, únicamente por detrás de Alemania y Australia.
El legado olímpico de Saúl Craviotto
Todo empezó en la capital china, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde Craviotto, compartiendo barca con Carlos Pérez Rial, el 'Perucho', se proclamó por primera vez campeón olímpico. En esta cita, David Cal sumaba ya su tercer y su cuarto metal olímpicos, un espejo de admiración donde no dejar de fijarse. Cuatro años después, en Londres 2012, se colgó su segunda presea, esta vez en solitario: una plata en el K1 200, una distancia más corta y explosiva -para un piragüista joven y potente- que le traería más alegrías en estos años.
Por entonces ya se vaticinaba el respetado legado de ese deportista llamado a marcar una época en el deporte nacional: Craviotto fue el abanderado en la ceremonia de clausura de Londres 2012. Tras ello, tras cuatro años de duros entrenamientos y sudores, Río de Janeiro 2016 volvió a portar alegrías al piragüista, esta vez por partida doble.
En el K2 200, esta vez con el gallego Cristian Toro, ganó su segunda medalla de oro, dándole hueco en el podio de los seis españoles que han sido dos veces campeones olímpicos, compartido con el ciclista Joan Llaneras, el tenista Rafa Nadal, los regatistas Theresa Zabell y Luis Doreste y el gimnasta Gervasio Deferr. Además, de nuevo en el K1, también sobre la distancia corta (200 metros), se llevó el bronce.
Otros cuatro años después, su plata en Tokyo 2020 compartida con el K4 500, la misma prueba en la que, también con Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, volvió a subirse al podio este jueves, ya se aupó a la cima de deportistas españoles más laureados en Juegos, empatando con Cal -a cinco-, un duelo que ya es historia.
Así pues, desde el Olimpo Craviotto lidera la clasificación de mejores deportistas españoles de la historia olímpica, por delante del propio cangués (5, un oro y cuatro platas), el ciclista Joan Llaneras (4, dos oros y dos platas), la nadadora Mireia Belmonte (4, un oro, dos platas y un bronce), la nadadora de artística Andrea Fuentes (3, tres platas y un bronce) y la tenista Sánchez Vicario (4, dos platas y dos bronces).
Craviotto, policía nacional de profesión, originario de una familia de constructores navales genoveses que se trasladaron a España y dedicado de pleno al piragüismo desde adolescente, ha agrandado su leyenda, la que hay tras una persona sencilla, comprometida y padre de tres hijas. Pero un deportista total. Con todas las de la ley.
"4 años para 32 segundos. La recompensa del esfuerzo". Este fue el título al recorrido de su vida deportiva, con escalas muy importantes como la primera, cuando de niño, su padre, Manuel, que también fue piragüista, le metía en la bañera de su piragua. La segunda, con sus ganas de ser futbolista, con Carles Puyol como referente, pero como "chupaba mucho banquillo" lo dejó después de una temporada. "Hay que acabar lo que se empieza", frase que tiene como máxima. Vaya si así lo hizo. Casi 40 años. El mejor español. A sus pies, Craviotto VI.
1961chesterton
sr alberto !! con tu permiso , saul tiene dos metales olimpicos ( k-1 ) , los otros cuatro metales son compartidos con cinco palistas !! ( k-2 y k-4 ) , o sea , los deportistas que practican especialidades unicas !! , no estan de acuerdo con " la matraca " de el mejor español olimpico "