La selección española masculina de waterpolo cayó en la trampa de Croacia y quedó eliminada en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 tras perder 8-10 en un partido en el que fueron inferiores de principio a fin a un sólido conjunto croata, que se cobró la revancha de la final perdida en 'su' Europeo, en Zagreb.
El combinado dirigido por David Martín -que no llegará a 'semis' en un gran torneo por primera vez- no pudo superar a los vigentes campeones del mundo y encajó su primera y última derrota en los Juegos Olímpicos, que les apea de la pelea por las medallas después de un encuentro que empezaron mal, sin poder anotar en el primer cuarto.
No lograron darle la vuelta al marcador en el resto del duelo, si bien en el último cuarto, en el que debían remontar tres goles adversos, se llegaron a poner a un tanto y a rozar el empate, que habría llevado el duelo a los penaltis. Pero la falta de acierto y la gran actuación de Bijac, el portero croata, evitaron el milagro.
Bijac despide a la selección de waterpolo
Álvaro Granados, la pesadilla de los croatas, tuvo que llegar para abrir el marcador con un impresionante gol de revés, reviviendo los fantasmas del pasado Europeo de Zagreb. Kharkov y Zuvela seguían anotando y España continuó a contracorriente.
En medio de la desesperación Bijac se destacó, desplegando sus brazos como grandes aspas que bloqueaban los tiros de los jugadores de David Martín. En ataque, los goles de Fatovic y Vukicevic encendieron la furia de un frustrado Unai Aguirre. Durante un tiempo muerto, Perrone pidió calma con una frase que resonó en La Défense: "Se puede, todavía se puede", repetía el hispano-brasileño, empujando a España con un gol que no impidió la ventaja croata de 3 goles al término de la primera mitad (3-6).
David Martín apostó por Edu Lorrio en la portería, mientras que Álvaro Granados seguía siendo el único que brillaba en ataque. La tensión comenzó a notarse en los rostros de los croatas al ver cómo los españoles se acercaban a su portería como un tren imparable, pero la pelota no quería entrar. Incluso las oportunidades más fáciles se les escaparon a Alberto Munárriz y Sergi Cabanas, quienes terminaron con un paupérrimo 21% de efectividad. En medio de esa situación, Vrlic marcó un doloroso octavo tanto, que mantenía la diferencia a tres a falta del último parcial.
Con Edu Lorrio haciendo grandes paradas en la portería, Bernat Sanahuja confiaba en una remontada que. Miguel de Toro intentó desatar la furia española y corregir el desastre, pero la ventaja croata era demasiado grande para el tiempo restante. Las esperanzas españolas de llegar a semifinales se estrellaron contra la defensa croata, al igual que el último lanzamiento de Unai Biel, el que pudo hacer cambiado algo las cosas. Derrota en cuartos de final y vuelta sin metal. Durísimo.
