Ter Stegen se ha convertido en un sospechoso habitual en el vestuario azulgrana. El portero alemán sumó anoche otra cantada ante el Bayer Leverkusen y son ya demasiadas en este inicio de temporada en el que la lesión de Bravo le ha dado un protagonismo inesperado.
Ante el Bayer Leverkusen, el alemán se tragó un gol en el minuto 22 que le costó la reprimenda de Luis Suárez. Fue en el minuto 22, cuando un centro al primer palo, fue rematado por Papadopoulos. Ni Mathieu, que estaba marcando al griego, ni el portero, fueron capaces de despejar al balón al primer palo. La pelota era clara para el portero, pero el meta azulgrana no supo imponerse y el jugador de Leverkusen cabeceó el balón a gol. Suárez le dijo algo y el alemán se encaró con el uruguayo, increpándole y advirtiendo que el rematador no estaba bien marcado, por más que cabecease en la línea de gol. Suárez optó por marcharse riéndose en lugar de encararse con su portero, que suma tanto errores que sus compañeros ya no esconden su desconfianza con el portero.
Ter Stegen encajó un gol desde 50 metros en Roma, parecido al anotado por el jugador del Athletic San José, tras un mal despeje del alemán. Además fue cuestionado por su actuación en Vigo, en el gol de Nolito y en las salidas ante Iago Aspas, que le venció en los dos uno contra uno. Ter Stegen ha dejado de ser un portero que juega bien con los pies para convertirse en un portero que falla a menudo en su colocación.