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Vacaciones de relax: tres balnearios para desconectar y cuidarse

Balnearios de pueblo, rodeados de vegetación y convertidos en destino ‘wellness’

© Las Caldas Villa Termal by Blau hotels

Las vacaciones en balnearios son una de las mejores formas de desconectar, relajarse y cuidarse por dentro y por fuera. Invitan a olvidarse de todo, dejarse mimar y mimetizarse con un ambiente pausado y en calma que de otra forma sería impensable. Estas son tres alternativas de balnearios (ubicadas en pueblos pequeños y rodeados de naturaleza) a los que viajar para vivir una experiencia de desconexión total.

Las Caldas Villa Termal by Blau hotels

A escasos kilómetros de la capital del Principado de Asturias, Oviedo, se encuentra el templo de la desconexión asturiana. Las Caldas Villa Termal by Blau hotels como destino de relax se remonta al siglo XVII cuando encontraron que las aguas que manaban de su manantial tenían múltiplex beneficios para la salud. Así comenzó a tejerse la historia de este balneario que abrió sus puertas en 1776 como Casa de Baños con el fin de aprovechar todos sus beneficios y propiedades curativas.

La creación del Balneario Real estuvo a cargo del arquitecto asturiano Manuel Reguera, quien seguía los pasos de Ventura Rodríguez para levantar un edificio sobre el eje de esta gruta natural que permitiera crear un espacio donde utilizar estas aguas para curar, rehabilitar y tratar enfermos.

© Las Caldas Villa Termal by Blau hotels

Clasificadas como aguas mineromedicinales, estas aguas que brotan a 40 grados a través de las grietas están recomendadas especialmente para tratar enfermedades reumáticas, afecciones del aparato respiratorio, afecciones renales y retención de líquidos, aunque este espacio está abierto todo tipo de personas que quieran cuidarse, relajarse y desconectar en sus diferentes instalaciones.

El Manantial es el corazón de la Villa Termal y el lugar en el que dejarse llevar y comenzar a disfrutar de la experiencia; la Sala de Columnas es un circuito privado con área de flotación, jacuzzi, duchas tropicales y baño turco; y el Aquaxana, con dos espacios con salida exterior, una piscina y un área termal permite disfrutar de diferentes zonas de hidroterapia de una forma más ociosa y relajada.

Castilla Termal Brihuega

La antigua Real Fábrica de Paños de Brihuega es hoy uno de los mejores alojamientos del centro de España donde desplazarse para desconectar y cuidarse. Ubicado en el centro del pueblo, en uno de los edificios más relevantes de arquitectura industrial española del siglo XVIII aparece Castilla Termal Brihuega, el primer hotel balneario cinco estrellas de Guadalajara.

© Castilla Termal Brihuega

Diseñada y construida por el arquitecto Manuel de Villegas, esta fábrica mantiene en la actualidad su preciosa estructura —declarada en 1973 Bien de Interés Cultural—, además de sus jardines decimonónicos de influencia versallesca con un gran mirador sobre el río Tajuña. Este es solo parte del encanto de un hotel construido a través de piedra, madera y luz como materiales esenciales y pensado desde (y para) el confort del huésped, su descanso y su bienestar.

La calma y la relajación se sienten a lo largo de todas sus estancias y especialmente en el balneario. Las propiedades de sus aguas, sumadas a los tratamientos llevados a cabo con productos locales como la miel, la lavanda e incluso las telas completan una experiencia 360º en lo que a desconexión se refiere.

Gran Hotel Puente Viesgo

Marqués de Comillas, Benito Pérez Galdós o Menéndez Pelayo fueron algunas de las personalidades que a lo largo de la historia hicieron parada en Puente Viesgo, concretamente en el Gran Hotel Puente Viesgo. No eran precisamente los sobaos pasiegos los que les llevaron hasta allí sino las bondades de las aguas termales que corren bajo estas tierras cántabras.

Allí se encuentra, muy cerca de la Vía Verde del Pas, un balneario moderno ubicado en el mismo lugar en donde hace más de 200 años —concretamente en 1766— comenzaron a aprovecharse las propiedades beneficiosas de sus aguas. Este hotel que en 1850 abrió sus puertas es uno de los grandes iconos del bienestar del norte de España. Sus aguas termosalinas se aprovechan para la sanación de numerosas dolencias, así como para tratar enfermedades reumáticas y respiratorias. Si se viaja hasta allí, vale la pena dar una vuelta y salir a conocer las bondades de este pueblo rodeado de una naturaleza verde para completar la experiencia.

© Gran Hotel Puente Viesgo

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