Cuando se habla de bodas, las revistas y los expertos en moda dedican interminables páginas a cómo debe vestirse la invitada perfecta. Desde qué colores son tendencia hasta qué accesorios marcan la diferencia, las opciones parecen inagotables. Sin embargo, poco se dice sobre una figura clave en cualquier enlace: la madrina. Su papel es fundamental y, como tal, su conjunto debe estar a la altura. No se trata solo de elegir un vestido bonito, sino de comprender el protocolo, la etiqueta y la elegancia que requiere su rol.
"La madrina es una de las protagonistas de la boda, pero muchas veces su estilismo se deja en un segundo plano", comenta Paloma Herce, periodista experta en bodas e invitadas y asesora de estilo con más de 21.000 seguidores en Instagram. "No hay un único look correcto, pero sí ciertas normas de protocolo y sentido común que pueden marcar la diferencia".
A lo largo de los años, hemos visto a madrinas que han sabido brillar con luz propia sin eclipsar a la novia. Basta recordar la imponente presencia de Patricia de la Serna en la boda de su hijo Pablo Castellano con María Pombo, con un look sofisticado de pantalón y top que marcó la diferencia. O a la reina Sofía en la boda de Felipe VI, con una elección de vestido impecable y acorde a la ocasión con la típica mantilla. "Lo más importante es que la madrina se sienta cómoda, pero sin perder de vista la elegancia", añade Herce. "La naturalidad y la sofisticación siempre serán la mejor combinación".
Los colores más apropiados para una madrina y cuáles deben evitarse
"El blanco, el beige y los colores crudos deben descartarse por completo", advierte la experta en asesoría de estilo. "No es solo porque puedan confundirse con la novia, sino porque tradicionalmente son tonos reservados para ella". Aunque algunas madrinas han optado por colores empolvados o crema, lo ideal es evitar esta gama.
Tampoco el negro es una opción recomendable. "Es cierto que es un color elegante, pero sigue teniendo una connotación de luto y está más asociado a eventos nocturnos", explica la experta. En cambio, sí hay una amplia paleta de colores entre los que elegir: "Los rojos, los verdes, los azules o los marrones pueden ser perfectos. Lo importante es que la madrina se sienta cómoda y que el tono armonice con su estilo". Eso sí, Herce recalca que se deben evitar los colores demasiado llamativos. "Los cítricos o los tonos flúor pueden restar sofisticación. Y si se lleva mantilla, hay que asegurarse de que el color del vestido combine bien con ella".
Las claves para el vestido perfecto
"El protocolo dicta que la madrina es la única persona, además de la novia, que puede llevar un vestido largo sin importar la hora del enlace", recuerda Herce. En bodas religiosas en Andalucía, la mantilla es un complemento habitual, pero la norma principal es la elegancia: "Debe verse impecable, sobria y consciente de su papel, sin eclipsar a la novia".
Generalmente, las madrinas tienen un estilo más maduro y prefieren diseños más clásicos. "Optar por cortes favorecedores y seguir el protocolo garantizará un look sofisticado y atemporal", aconseja la experta.
¿Es obligatorio llevar mantilla?
"No, no es obligatorio", aclara Herce. Aunque en ciertas bodas andaluzas o muy tradicionales es más común, no hay una norma escrita que exija su uso. "Si es una boda civil, por ejemplo, la mantilla no tendría sentido". Pero si se elige llevarla, es fundamental hacerlo bien. "El peinado debe ser el adecuado y la mantilla debe estar perfectamente colocada. Contar con un peluquero experto en este tipo de estilismos es siempre una buena idea".
El largo del vestido: lo que sí y lo que no
"El vestido de la madrina debe ser largo, pero sin excesos", subraya Herce. "Debe llegar justo por debajo del tobillo, sin arrastrar ni llevar cola, ya que esto lo convertiría en un vestido de fiesta".
Uno de los errores más comunes es elegir modelos demasiado recargados. "Las pedrerías o los brillos excesivos pueden restar elegancia. La clave está en la sobriedad y el equilibrio". Además, Herce recuerda que si la madrina es de baja estatura y no se siente cómoda con un vestido largo, puede hacer excepciones: "Pero lo ideal es que el diseño cubra los zapatos sin sobrepasarse".
Errores de vestuario más comunes
"Uno de los fallos más habituales es elegir un vestido demasiado largo o con adornos excesivos", indica Herce. "También hay que evitar los colores poco apropiados y los estilismos demasiado llamativos". La recomendación principal es inspirarse en el estilo personal de la madrina y adaptarlo a un look nupcial con clase. "Si algo no encaja con su personalidad, no funcionará. La naturalidad es clave", insiste la experta.
Complementos que elevan un look
"Las joyas familiares son una apuesta segura", aconseja Herce. "Si se dispone de una buena pieza, aportará instantáneamente un toque de distinción". En cambio, la bisutería no es la mejor opción para una madrina.
En cuanto a los tocados, la experta recomienda elegirlos con criterio: "Si la boda es de día, un diseño bonito puede ser el toque final perfecto". Para bodas invernales, los accesorios pueden marcar la diferencia. "Guantes, estolas de pelo o capas añaden un extra de elegancia, pero hay que recordar la regla de Coco Chanel: antes de salir, quitarse un accesorio para no sobrecargar el conjunto".
La importancia del contexto
"La madrina debe tener en cuenta el tipo de boda a la que asiste", explica Herce. No es lo mismo un enlace en Menorca que una boda en Sevilla. "En Andalucía es más común llevar algo en la cabeza, mientras que en la costa mediterránea predominan tejidos ligeros y vestidos con movimiento". Adaptar el look al entorno es clave para acertar.
Consejos finales: la elegancia ante todo
"Lo más importante es que la madrina se sienta cómoda", concluye Herce, "pero siempre dentro de los límites de la elegancia". Si no se lleva bien un tacón alto, la experta recomienda optar por un tacón medio antes que cambiar de zapatos a mitad de la boda. "Y si se prefiere un conjunto de pantalón y blusa, debe ser en un tejido refinado para mantener la sofisticación".
Por último, Herce recuerda que la madrina tendrá un papel muy visible en la boda y aparecerá en muchas fotos. "La comodidad se reflejará en su actitud y en su expresión. Si se siente bien con lo que lleva, disfrutará del gran día con total confianza y seguridad".