El torero Enrique Ponce (48) y la modelo Paloma Cuevas (47) se separan tras 24 años de matrimonio. Y aunque en un principio se aseguraba que no había terceras personas, todo apunta que sí las hay, en concreto una joven de 21 años amante del mundo de los toros, llamada Ana Soria y quien es, dicho sea de paso, un bombón.
Tras las correctas declaraciones de Paloma Cuevas a varios medios, ha sido este lunes Enrique Ponce, su todavía marido, el que ha roto su silencio en 'Sálvame'. Te contamos lo que ha dicho.
Enrique Ponce habla en 'Sálvame': "Pido respeto"
El diestro le ha cogido el teléfono a Kiko Hernández, quien estaba este lunes presentado 'Sálvame'. Al enterarse de que la conversación se estaba emitiendo en directo, Ponce ha estado a punto de colgar, pero finalmente ha dado declaraciones.
El torero ha asegurado que pide "respeto", que son momentos difíciles para la pareja. "Se están diciendo un montón de falsedades y, por favor, necesitamos vivir. Sólo pido respeto y que nos dejen vivir", ha asegurado Ponce.
El torero está "ilusionado"
En cuanto a su relación con Ana Soria, de Almería y 27 años más joven que él, el diestro no ha querido hacer declaraciones pero se ha reído cuando Kiko le ha preguntado si la veríamos en la plaza, como espectadora de sus corridas.
También ha dicho que se encuentra "ilusionado" ahora mismo, a pesar de estar pasando por un difícil divorcio en el que hay mucho dinero en juego.
Paloma Cuevas, muy correcta
"Lo único que quiero decir es que mi relación con Enrique es ahora mismo supercordial y estupenda, porque hay entre nosotros muchísimo cariño y tenemos dos hijas maravillosas. Hemos decidido de mutuo acuerdo darnos un tiempo de reflexión, no hemos iniciado trámites de divorcio ni firmado nada", asegura Paloma Cuevas a 'El Mundo'.
En cuanto a la relación de Enrique con la joven Ana Soria, Paloma afirma tajante que "eso habría que preguntárselo a él".
Siguen viviendo juntos (de momento)
De momento, no han iniciado los trámites para disolver su unión, de hecho la pareja sigue compartiendo techo con sus dos hijas, Paloma y Bianca, en su vivienda de la señorial zona de Rosales, en Madrid, pues aunque se estaban construyendo un chalé en la urbanización La Finca aun no se habían mudado, recoge el citado medio.
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