La actriz y pianista Marisa Bruni-Tedeschi ha revelado ahora en su autobiografía ‘Mis queridas hijas’ quién es el verdadero progenitor de su hija Carla Bruni. La madre de la cantante y ex primera dama francesa es en realidad fruto de su relación con un hijo de uno de sus amantes. Una historia a la que destina un capítulo entero de su libro: “Es algo importante para mi hija. He escrito un capítulo en el libro para explicarle por qué no le había hablado de eso nunca”, contaba el pasado martes Marisa en la radio Europe1.
Además, Marisa explicaba: “Lamento no haberlo hablado antes pero en estas familias [de la alta burguesía italiana] no se comentaba este tipo de cosas” y añadía: “Un día, cuando supo que el hombre que se había ocupado de ella no era su padre, le dije: ‘no te quejes, tienes dos padres y los dos son buenos’”.
Cuando Marisa estaba ya casada con Alberto Tedeschi, 15 años mayor que ella, comenzó a tener una relación extramatrimonial con el empresario Giorgio Remmert. Sin embargo, al poco tiempo entabló una relación con su hijo, el joven y guapo Maurizio Remmert. Se conocieron en 1965, cuando ella tenía 35 años y él apenas 19: “Puedo quererte como una persona mayor”, recordaba que le dijo el joven.
Dos años después, en diciembre de 1967, nacía la pequeña Carla, a la que el marido de Marisa acogió y adoptó como si fuera suya. Bruni-Tedeschi era por aquel entonces ya padre de Valeria (1964) y Virgilio (1960-2006). La historia entre la madre de la cantante y el joven duró unos seis años, hasta que él abandonó Italia para hacer fortuna en Brasil.
Por su parte, Carla Bruni conoció la existencia de su padre biológico en 1966, cuando ella tenía 28 años. Se enteró por boca de su padre adoptivo que se lo confesó ya en su lecho de muerte a causa de una enfermedad. A pesar de esta confesión, Carla no ha tenido nunca ningún tipo de rencor y tras conocer la historia, la cantante no dudó en entrablar relación con su padre biológico Remmert, quien asistió incluso a su matrimonio en 2008 con el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy.
Según confiesa la madre de Carla y Valeria, sus dos hijas han leído el libro antes de su publicación: “Si no les hubiera gustado, no lo hubiera publicado”. Inclsuo asegura que su hija Carla le ha escrito un mensaje de texto poniéndola: “Mamá, tu libro es maravilloso”.