La aplicación de viajes de Renfe, dōcō, no acaba de crecer como le gustaría en la empresa de transporte ferroviario española. Está desarrollada para ofrecer todas las alternativas posibles de viaje de un punto a otro, y a través de cualquier medio de transporte -AVE, tren, Cabify, Uber, patinetes eléctricos, bicis, etcétera- con la posibilidad de comprar todos los servicios necesarios para realizarlo desde la app.
El hecho de que no acabe de despegar no está tanto en el hecho del desarrollo técnico de la app, sino en la cantidad de socios que se han adherido a la plataforma, actores esenciales para que el usuario pueda tener todas las opciones y precios para desplazarse de un lugar a otro.
En su página web, dōcō explica al usuario su cometido: "Planifica, reserva, paga y viaja en tren, taxi, VTC o moto, para llegar a donde quieras, como quieras, de la manera más económica, rápida o sostenible".
Sin embargo, fuentes cercanas a Renfe aseguran a Vozpópuli que el hecho de que no haya suficientes servicios de transporte que se hayan sumado a la plataforma hace que esta no acabe de funcionar como en principio pensaban desde la compañía ferroviaria.
Las mismas fuentes explican que la app nació solo con siete socios y no ha sumado muchos más. Destacan que es sorprendente que un servicio como el ofrecido por la EMT (Empresa Municipal de Transportes) en Madrid no se encuentre integrado en la aplicación. Es decir, en un viaje por la capital, la app no mostrará como opción los viajes en autobús de esta corporación, cuando es con diferencia la empresa de autobuses con más capilaridad en Madrid.
La aplicación de Renfe tan solo cuenta poco más de 50.000 descargas desde diciembre del año pasado, tal y como refleja la tienda de aplicaciones de Google (PlayStore). Por poner la cifra en contexto la cifra, Cabify tiene más de diez millones de descargas, las de la EMT y la propia Renfe más de un millón
El modelo de negocio de Renfe: comisiones a los socios
Renfe ha abierto con la aplicación un nuevo modelo de negocio más allá del transporte tradicional puro a través de las líneas ferroviarias, que ha sido su razón de ser tradicionalmente.
La complejidad para desarrollarla ha sido muy grande porque se debía montar una pasarela de pago e integrar a cada socio que se vaya adhiriendo, pero como decimos donde realmente están encontrando dificultades es en la integración de nuevas marcas de medios de transporte. El modelo de negocio de Renfe con la app es cobrar una comisión a cada firma de transporte de cada viaje que contrate el usuario.
Puntuación de dōcō en las tiendas de apps
La aplicación de Renfe tan solo cuenta poco más de 50.000 descargas desde diciembre del año pasado, tal y como refleja la tienda de aplicaciones de Google (PlayStore). Por poner la cifra en contexto, Cabify tiene más de diez millones de descargas, por el más del millon de la de la EMT y la propia Renfe, el mismo número que la app de las motos eléctricas de Acciona. La aplicación Trainline, que permite comprar billetes de tren en España y Europa con Renfe, Iryo, Ouigo o Avlo, acumula más de 10 millones de descargas en Android. Desde la compañía cifran el total de descargas en más de 52 millones.
La puntuación que los usuarios de dōcō le otorgan a la app es de 3,2 estrellas, de un total de cinco en Google, por las 3,8 estrellas -también de cinco- que tiene en Apple.
Por debajo de cuatro estrellas, la puntuación pone de relieve que los usuarios no están, ni mucho menos, satisfechos con ella. Muchas de las quejas de estos en el caso de dōcō tienen que ver precisamente con la ausencia de servicios de otras empresas de transporte. "Sigue sin incorporar a Ouigo o Iryo. También faltan muchos operadores de micromovilidad, incluso los sistemas de bici públicos. No va por mal camino, pero sigue siendo inutil", escribe un usuario. "Está bien para ver lo que tardas en llegar, pero no incorpora ni Oiugo ni AVE, ni un montón de medios de transporte. Para ir a Barcelona te pide que vayas en autobús", recalca otro usuario.