Los supervisores y organismos internacionales siguen insistiendo: la banca española necesita una nueva ronda de fusiones. El último en transmitir este mensaje ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su Informe de Estabilidad Financiera Internacional, hecho público este miércoles.
La banca española debe "continuar asegurando un adecuado nivel de provisiones, y seguir mejorando la eficiencia, posiblemente a través de fusiones, e impulsando otro tipo de ingresos", expone el FMI en su informe.
De los cinco países europeos analizados más en profundidad (Francia, Alemania, Italia, Portugal y España), el sector financiero de este país es en el que más claramente se habla de la necesidad de fusiones. Actualmente está en marcha la de Bankia y BMN, mientras Banco Popular está en el foco del mercado de cara a una posible operación corporativa a finales de año. También hay rumores en torno a los grupos de cajas medianas.
El organismo internacional también resalta la necesidad de que la banca española refuerce su "capital de máxima calidad" para asegurar "su habilidad para afrontar turbulencias, y facilitar suficientes provisiones crediticias mientras la demanda de financiación crece".
Buena percepción
Al margen de estas recomendaciones, desde el FMI aplauden que el sistema "el sector financiero está más cerca de dejar la mayor parte de la crisis detrás". "El marco normativo de las cajas de ahorros y las fundaciones bancarias ya está totalmente en funcionamiento", remarca el Fondo.
Más allá de España, el FMI recomienda a los bancos franceses más recortes de costes; a los alemanes un cambio profundo del sistema; a los italianos, un mayor saneamiento de sus activos morosos; y a los portugueses una venta de activos improductivos.