El sector rehúye la expresión. Incluso niega la existencia de oligopolio bancario en España pese a que las seis grandes entidades controlan ya el 70% del mercado nacional. Sin embargo, el Banco de España (BdE) sí considera que la falta de competencia en España está teniendo un efecto directo en los precios y la dificultad para acceder al crédito en comparación con la tendencia que se viene registrando en Europa en los últimos trimestres. Así lo expresa en la literatura de la última encuesta sobre préstamos bancarios en España, que muestra la foto del sector a julio pasado.
En el artículo, su autor, Miguel García-Posada, miembro de la Dirección General del Servicio de Estudios del palacio de Cibeles, sostiene que las empresas y familias españolas tienen mayor dificultad para acceder a los préstamos frente a sus homónimos en la Unión Europa por la situación de concentración actual del sistema financiero nacional tras el rescate bancario.
"Sólo uno de los factores considerados -las expectativas sobre la actividad económica en general- podría haber inducido a una cierta relajación de la oferta (en España), pero su variación no fue suficiente para que las entidades cambiaran su política crediticia. Las respuestas de la UE muestran, en cambio que los criterios de concesión de los préstamos a las sociedades no financieras fueron algo menos estrictos, hecho que se mantiene en el desglose por el tamaño de la empresa y en el plazo de la operación. Los principales factores que determinaron esta evolución fueron las mejores expectativas sobre la actividad económica en general y la mayor competencia entre entidades", sostiene el estudio.
Precisamente, García-Posada vuelve a incidir en esta situación en el segmento de préstamos a los hogares para consumo y otros fines. "Los criterios de aprobación aplicados por las entidades españolas encuestadas (participan 10 bancos) se mantuvieron inalterados, tras haberse relajado ligeramente durante el trimestre anterior...", mantiene el Banco de España. "Mientras, en la zona del euro, la oferta fue algo menos restrictiva", sostiene el estudio del supervisor, "debido, principalmente, a la mayor competencia de otras entidades y de instituciones de créditos no bancarias".
El supervisor también subraya que los clientes no se ven favorecidos tampoco de la mejora en las condiciones de financiación que están viviendo los bancos españoles por el positivo mercado de deuda soberana
El informe del supervisor también enfatiza que las entidades no están trasladando a sus clientes la mejora en las condiciones de financiación consecuencia de la favorable evolución de los mercados de deuda soberana. Esta mayor facilidad no tiene un efecto ni en los criterios de concesión de los nuevos préstamos ni en los márgenes aplicados. En definitiva, en los precios.
La banca, sin embargo, considera que los préstamos destinados a pymes y empresas se abarataran en el corto y medio plazo como consecuencias del dinero captado en la primera subasta de liquidez (TLTRO) del Banco Central Europeo, donde las entidades europeas solicitaron 82.000 millones, y en la siguiente ventana en diciembre próximo.
Este dinero barato, que no puede destinarse al mundo hipotecario de los particulares, suavizará los criterios de aprobación de los nuevos préstamos tanto para las pymes como para las grandes empresas, pero no tendrá efecto ninguno en la financiación de hogares.
El sector sostiene, sin embargo, que los precios de los préstamos ya han comenzado a reducirse y que continuará la rebaja de diferenciales de mantenerse la favorable evolución económica. De hecho, el cambio de tendencia en el mundo inmobiliario, donde todas las estadísticas confirman el aumento de las ventas de viviendas y el tímido aumento de precios, está trasladándose a los precios de las hipotecas. En la actualidad, en el mercado se ofrecen al menos 13 hipotecas con diferenciales inferiores al 2%. Incluso, en el sector no se descarta que, a lo largo de 2015, se normalice una extensa oferta hipotecaria con diferenciales en el entorno del 1,5% con este nivel de bajos tipos de interés.
Sólo Bankia, entre la gran banca, cuenta con restricciones hasta 2017 para ejercer sus acciones comerciales. Estos vetos fueron impuestos por Bruselas como contrapartida a los 18.000 millones inyectados en el rescate bancario. Precisamente, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad, negociará con Bruselas en 2015 la eliminación de estas condiciones, como adelantó Vozpópuli, el pasado 4 de agosto.