El Consejo de Ministros no va a analizar hoy la actualización del cuadro macroeconómico que ultima el Ministerio para Asuntos Económicos como preveía la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Este trámite se retrasa previsiblemente al viernes, el día antes del 30 de abril, la fecha límite que tiene el Gobierno para remitir a Bruselas este cuadro dentro del Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas. Este retraso le permitirá conocer la EPA, que publica el INE el jueves, y el avance del PIB del primer trimestre, que sale el viernes.
La actualización del cuadro macro no se antoja sencilla. El Gobierno mantiene una previsión de crecimiento del 7% para este año, muy por encima del resto de organismos. El FMI acaba de hundir su previsión un punto frente a lo que estimaba en enero, al 4,8%, estimación similar a la de Funcas, que también prevé un crecimiento del 4,8% este año, aunque superior a las de Banco de España, del 4,5%, AIReF, 4,3%, y BBVA, 4,1%. Las proyecciones del Fondo también son menos halagüeñas para 2023 que en enero, y sitúa su previsión en el 3,3% frente al 3,8% que estimaba hace tres meses. La previsión del Ejecutivo para el año que viene es del 3,5%.
Estos organismos mantenían proyecciones por debajo de las del Ejecutivo español ya en otoño, ahora aún más reducidas tras la invasión de Ucrania y el agravamiento de la crisis de suministros y del alza de los precios de la energía y de la inflación. Si el Gobierno plantea una rebaja significativa, se enmienda a sí mismo y a sus previsiones inalterables durante meses y reconoce un menor crecimiento y unos precios más elevados, que serán determinantes para el alza de las pensiones que deba sufragar el Estado. Además, dinamita el armazón sobre el que se asientan los Presupuestos de 2022.
En una entrevista con Bloomberg, Calviño planteó el viernes desde Washington, donde acudió a los Spring Meetings y presidió la reunión plenaria del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, en sus siglas en inglés), que hoy se actualizaría el cuadro. Sin embargo, en el fin de semana los planes cambiaron. Se presentaba una semana con un calendario parecido al de finales de septiembre, cuando Calviño llevó un cuadro macro inalterado al Consejo de Ministro, dos días antes de que el INE rebajara previsiones. La vicepresidenta no hizo cambios y trasladó un escenario muy positivo que las cifras de Estadística empañaron. El cuadro macro de Presupuestos debe ser validado por el Consejo de Ministros, pero no es preceptiva esta aprobación para el que se remite a Bruselas en el Programa de Estabilidad.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del 21 de septiembre, Calviño presentó de improviso el cuadro macro que acompaña a los Presupuestos de 2022, tres semanas antes de que se aprobaran las Cuentas. En un tono triunfal, Calviño no se movió de su discurso de antes del verano, estimó que la economía recuperaría el nivel prepandemia antes de final de año y mantuvo en el 6,5% su previsión de crecimiento para 2021 y en el 7% la de 2022. La vicepresidenta adelantaba así en algo más de medio año la salida de la crisis respecto al resto de instituciones. Sorprendió entonces la mención que hizo a que en realidad esta recuperación sería en términos de "PIB diario", un indicador desconocido hasta el momento. Sólo dos días más tarde, el 23 de septiembre, el INE rebajó casi dos puntos el PIB del segundo trimestre al 1,1%.
Este desajuste notorio puede evitarse ahora de cara a Bruselas. El Gobierno recibirá los datos del INE embargados el jueves, que fuentes conocedoras sitúan en el entorno del 1%. Desde Asuntos Económicos trasladan que tiene sentido este orden de los factores, aunque apuntan que no es imprescindible.
Una EPA positiva, que conocerá antes, y esta previsión de crecimiento darán una horquilla a Economía para sostener una proyección de cerca o algo más del 5%, cifra en la que parece encontrarse una barrera psicológica que el Ejecutivo se resiste a rebajar.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, ha destacado que el FMI prevé que "España crecerá por encima de las principales economías avanzadas", con un crecimiento "ligeramente inferior al 5% en 2022".
Inflación, deuda y déficit
Las proyecciones del FMI son que España mantenga en un déficit casi del 4% hasta 2027, en concreto, del 5,3% este año y del 4,3% el que viene y ya del 3,9% durante 2024, 2025, 2026 y 2027, siempre por encima del umbral del 3% que ha marcado tradicionalmente el déficit excesivo para la Comisión Europea. El Gobierno estima un 5% este año, un 4% en 2023 y un 3,2% en 2024.
En cuanto a la deuda, el Fondo proyecta que se sitúe en el 116,4% en 2022, 115,9% en 2023, 114,7% en 2024, 114,5% en 2025 y 2026, y en el 114,6% en 2027. Por su parte, el Ejecutivo calcula un 115% este año. El FMI ha elevado la inflación para este año al 5,3% desde el 3,5%, aunque prevé que en 2023 se sitúe en el 1,3%. El Gobierno no da estas previsiones pero sí prepara el deflactor del consumo privado, que en 2021 estimó en un 1,9%. El IPC medio en 2021 fue del 3,2% y la media diciembre-noviembre con la que subieron las pensiones, del 2,5%. En diciembre de 2021, alcanzó el 6,5% y en marzo está en el 9,8%.