La evolución bursátil de ACS durante el presente año le ha dado un importante respiro financiero a su presidente, Florentino Pérez. Ha pasado algo más de un año desde que las acciones de la constructora tocaban sus mínimos de la última década, por debajo de 11 euros, un escenario que ponía al ejecutivo contra las cuerdas ante la banca acreedora, toda vez que tiene valorado su paquete de acciones (un 12,5% del capital) a un precio medio de algo más de 20 euros.
Poco más de un año después, ACS cotiza por encima de los 23 euros y, lo que es más relevante con vistas a la banca acreedora, lleva dos meses cómodamente instalada por encima de esa cota de 20 euros, lo que ha hecho que las entidades que financian la cartera de Pérez hayan relajado sus exigencias.
El desplome que sufrió ACS en su cotización, presionada por su difícil situación en Iberdrola y las sucesivas refinanciaciones que tuvo que afrontar el pasado año, obligó al presidente del grupo de construcción, servicios e infraestructuras a aportar más garantías para la financiación de su paquete de acciones, como sucedió con otros accionistas ilustres de la compañía como los financieros Alberto Alcocer y Alberto Cortina, los Albertos.
Por su parte, el grupo turístico Iberostar, que posee un 5% de ACS, su puso a trabajar sobre los planes para realizar una ampliación de capital de 150 millones de euros como consecuencia de la caída de los títulos de la constructora.
Compras en distintas etapas
La compañía controlada por la familia Fluxá cuenta con el problema añadido de que adquirió su paquete de títulos en zona de máximos históricos, por lo que está valorado por encima de 46 euros.
Florentino Pérez incrementó progresivamente su participación en el grupo desde que a finales de 2003 se diluyera como consecuencia de la fusión con su entonces participada Dragados. De esta forma, cuenta con acciones adquiridas en épocas pretéritas, a precios muy bajos, pero también con un significativo paquete de acciones comprado muy por encima de los 30 euros.
Las cuentas de sus instrumentales reflejan una valoración de su cartera de títulos de ACS en torno a los 740 millones de euros, lo que otorga una valoración aproximada de 20 euros. Siempre que los títulos de la compañía coticen por encima de esta cota, la situación financiera de Florentino Pérez estará controlada.
El efecto sobre Banca March
Sin embargo, el avance de las acciones de ACS también cuenta con una suerte de efecto perverso. Hace tiempo que por el mercado corren rumores acerca de que el primer accionista de la compañía, Corporación Financiera Alba (la sociedad de participadas de Banca March) está de salida.
Comentarios que se acentuaron cuando Alba aprovechó uno de los repuntes de la constructora poco antes del verano para colocar en el mercado un 1% del capital en sus manos, lo que dejó su participación en el 17%.
Además, los March están en pleno movimiento de rotación de cartera como prueba el hecho de que están reduciendo su participación en Prosegur, eso sí de una forma ordenada y moderada.
Los avatares sufridos en los últimos tiempos por ACS, especialmente su batalla por tomar el control de Iberdrola y por entrar en su consejo de administración, con un desenlace muy perjudicial para la constructora, han puesto en alerta a unos accionistas históricos en ACS, como el propio Pérez, pero con una diferencia esencial: en los últimos años no han adquirido títulos sino que, al contrario, han reducido su participación (que llegó a estar por encima del 22%) por lo que, salvo cataclismo, no cuentan con tanta presión proveniente de los vaivenes bursátiles.