Israel y Singapur podrían ser las próximas paradas de la alta velocidad española. Los responsables de Transporte de ambos países han establecido contactos con el Ministerio de Fomento con la intención de que un consorcio español participe en los proyectos de alta velocidad ferroviaria que están poniendo en marcha.
El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, apuntó el interés y los contactos de estos los gobiernos de estos países a finales de la semana pasada, en un encuentro del sector ferroviario organizado por Executive Forum.
Aprovechando la presencia en el acto de grandes grupos constructores como OHL y FCC y de fabricantes como CAF, Catalá puso sobre la mesa las posibles nuevas oportunidades para repetir el éxito del trazado de alta velocidad La Meca-Medina, que fue adjudicado al consorcio español articulado en torno a Renfe, Adif e Ineco.
En concreto, el proyecto de Israel contempla una línea de alta velocidad entre Tel-Aviv y la ciudad costera de Beersheva. Se trataría de la segunda línea de estas características del país ya que la que una Tel-Aviv con Jerusalén está actualmente en construcción, a cargo de la empresa pública Israel Railways.
A línea permitiría la conexión de Tel-Aviv y Beersheva en un tiempo inferior a una hora. El Gobierno israelí está dispuesto a realizar una inversión de unos 8.000 millones de dólares en la segunda línea de alta velocidad del país.
Labor comercial
El caso de Singapur es algo más complicado, toda que implica también al Gobierno de Malasia. El proyecto de alta velocidad que están pergeñando contempla la conexión de la capital malasia, Kuala Lumpur, con Singapur. Un trazado que tendría aproximadamente 330 kilómetros y que cuenta con una inversión programada de algo más de 12.000 millones de dólares.
La línea de alta velocidad ferroviaria permitiría conectar Kuala Lumpur con Singapur en un tiempo estimado de unos 90 minutos y entraría en funcionamiento a partir de 2020.
Sin entrar a describir cada uno de los proyectos, Catalá aseguró que Fomento ha recibido a representaciones de numerosos gobiernos que se han interesado por la alta velocidad española.
Eso sí, aseguró que el Ministerio está actuando “como una oficina de información. Hasta nosotros llegan diversos proyectos y nosotros ponemos esta documentación al servicio de las compañías que puedan estar interesadas en estos procesos”.