La venta de Canal+, la regulación de la banda ancha y ahora también el patrocinio de la Liga Endesa de baloncesto. Las trifulcas entre Telefónica y Orange siguen a la orden del día.
Aunque esta vez se haya trasladado a la cancha del basket y el culpable de la movida no sea ni el operador dominante ni su competidor naranja, sino la propia Asociación de Clubes de Baloncesto.
La ACB ha decidido de forma unilateral romper el contrato exclusivo de patrocinio que tenía con Orange desde hace siete años para entregarse a los brazos de Movistar Plus, que le ha garantizado 46 millones de euros por los derechos de televisión de las tres próximas temporadas, incluida la actual.
La ACB ha eliminado todos los impactos publicitarios de Orange y le ha quitado los derechos de emisión de los partidos, pese a que el contrato estaba en vigor hasta el año que viene
Pese a que el contrato estaba en vigor hasta finales de esta temporada, que acaba en junio de 2016, la ACB ha hecho desaparecer de un plumazo todos los impactos publicitarios del operador naranja y le ha quitado los derechos de emisión de los partidos y su condición de patrocinador oficial.
Así que la compañía francesa ha acudido a los Juzgados de lo Mercantil para reclamar al juez, de forma urgente, medidas cautelares que obliguen a la ACB a mantener en vigor el contrato hasta que este expire.
Fuentes del operador recuerdan que para ellos sigue en pie el acuerdo por el que son patrocinadores exclusivos del sector de las telecos, de forma que la ACB puede incorporar a su club de sponsors a compañías de todo tipo, pero nunca del sector de las telecomunicaciones como es el caso de Telefónica-Movistar.
La ACB no parece dispuesta a ceder y señala que las cláusulas existentes en el contrato con Orange le permite romperlo en caso de que se produzcan cambios en el mercado televisivo español. Para la ACB, la irrupción de Telefónica en este mercado ha provocado este cambio que justificaría la ruptura del contrato.
Orange confía en que el Juzgado de lo Mercantil obligue a la ACB a colocar la marca naranja en todos los formatos recogidos en el contrato (publicidad en cancha, anuncios en TV…). Este es el objetivo primordial de la petición de cautelares: mantener, al menos por esta temporada, todo lo vigente en el acuerdo. Mantener la exclusividad va a ser más complicado, según las fuentes consultadas, dado que para la ACB, Movistar es un operador televisivo, no una teleco, con lo que no habría conflicto por no ser las dos compañías, a juicio de la patronal del basket, del mismo sector.