Tres de las mayores sociedades de inversión del mundo, las estadounidenses Carlyle, Blackstone, y KKR, han comunicado recientemente pérdidas millonarias, las primeras que anuncian en años, con motivo de la presentación de sus últimos resultados trimestrales. Los principales ejecutivos de estas firmas han tratado de calmar a sus accionistas recordando el valor de los activos que gestionan, y asegurando que se trata de algo coyuntural, afectados por las caídas de las Bolsas en septiembre, pero las pérdidas anunciadas recuerdan que ni siquiera los reyes del capital riesgo mundial son inmunes a las tendencias inescrutables de los mercados.
Carlyle anunció el miércoles pérdidas por 128 millones de dólares en el tercer trimestre del año, frente al beneficio obtenido en el mismo periodo de 2014 de 181 millones, unas pérdidas mayores de las previstas por los analistas. Se trata de las primeras que la sociedad comunica, al menos, desde que salió a Bolsa, en 2012. Uno de los tres fundadores de la firma, David Rubenstein, señaló que las pérdidas se deben a la menor valoración de sus empresas participadas a finales de septiembre, pero que desde entonces estas han subido y que su negocio a largo plazo no se verá afectado.
Carlyle ha perdido 128 millones de dólares en el tercer trimestre del año, pero afirma que su negocio a largo plazo no se verá afectado
En España Carlyle ha adquirido este año el grupo de alimentación Palacios y se ha desprendido de la operadora Telecable. La compañía sacó a Bolsa a Applus, en cuyo capital todavía mantiene un 23,9% del capital, y compró el grupo turístico Iberostar en 2006, creando Orizonia, que se declaró en concurso de acreedores en 2013, con una deuda superior a los 2.000 millones, una de las mayores quiebras empresariales producidas en España.
KKR ha anunciado esta semana pérdidas por 315 millones de dólares, frente al beneficio de 508,7 millones alcanzado en el tercer trimestre del pasado año. Son las primeras pérdidas que registra la compañía en cuatro años.
La sociedad, fundada a mediados de los años setenta del pasado siglo, prácticamente la inventora del capital riesgo, fue la más activa en España el pasado año, llevando a cabo operaciones valoradas en total en 1.000 millones. La firma adquirió Acciona Global Renewables, ha comprado el 49,9% de Port Aventura, y parte de Telepizza, además de los centros comerciales Nassica y Vista Alegre.
Blackstone comunicó hace dos semanas pérdidas en el tercer trimestre del año de 416 millones de dólares, frente a un beneficio en el mismo periodo de 2014 de 758 millones. El presidente de la compañía, Stephen Schwarzman, achacó el mal resultado al menor número de salidas a Bolsa producidas. En 2014 la sociedad de inversión registró su mejor año con 4.000 millones de dólares de ganancias.
En España la firma ha cerrado este año la compra de la mayor parte de la cartera hipotecaria de Catalunya Banc, una operación valorada en 3.598 millones de euros. En 2013 se hizo en Madrid con 1.860 viviendas protegidas en alquiler de la EMVS por 128,5 millones de euros.
Poder político
Carlyle, Blackstone, y KKR son algo más que gigantescas sociedades de inversión. Su poder no es sólo económico o financiero, también es político (quizá una cosa lleve a la otra). Hasta principios de este siglo Carlyle contaba entre sus asesores con altos exresponsables políticos, como el ex presidente de EE UU George Bush. Blackstone tiene entre sus accionistas con el Estado chino.
Carlyle tiene a George Bush como asesor; Blackstone al Estado chino
La relación de esas firmas con los intereses políticos estadounidenses es estrecha. A principios de este mes Blackstone, Carlyle, KKR, y TPG (otras de las grandes sociedades de capital riesgo estadounidenses) unieron fuerzas para organizar unas jornadas celebradas en Washington en las que participaron la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, o el senador John McCain, y se comprometieron a contratar a miles de veteranos del ejército estadounidense en las compañías privadas que poseen en medio mundo.
Carlyle gestiona activos por valor de 193.000 millones de dólares; Blackstone cuenta con activos valorados en 330.000 millones; y KKR tiene en cartera empresas y fondos valorados en 101.600 millones. La suma del valor de los activos de las tres sociedades, 624.600 millones de dólares, equivale prácticamente a la mitad del PIB español.