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El rescate de Bankia elevará el déficit público y forzará nuevos recortes

Goirigolzarri tiene previsto renovar hoy todo el Consejo de la matriz, en la reunión que aprobará las cuentas, con pérdidas, de 2011.

El rescate del grupo BFA- Bankia, que implicará un volumen de ayudas públicas cercano a los 24.000 millones de euros, generá pérdidas en las cuentas del Estado. La cuantía de este déficit público, que obligará al Gobierno a tener que realizar nuevos ajustes para no superar el objetivo del 5,3% marcado por Bruselas, se conocerá tras la valoración de la entidad que tiene que realizar el FROB para llevar a cabo la ampliación de capital que le convertirá en el nuevo accionista mayoritario. Según fuentes de Economía, el déficit surgirá en aquellos activos que presenten una pérdida efectiva (en el presente) al ser valorados a precio de mercado actual. Según la documentación suministrada por Bankia el pasado sábado, el grupo ha realizado provisiones por 5.700 millones para poner a valor de mercado tres tipos de activos: Inmobiliario (1.800 milones), participadas cotizadas (1.600 millones) y participadas no cotizadas (2.300 millones). Sin embargo, esa no será la cifra final de déficit que genere el rescate puesto que estas pérdidas hay que restarlas del patrimonio del grupo. Según el informe de auditoría publicado por Bankia este fin de semana, el patrimonio de BFA es de 10.673 millones y el del banco cotizado asciende a 13.704 millones. Estas cifras, sin embargo, se verán sensiblemente reducidas tras la valoración de la entidad que está realizando el FROB. Los datos de BFA se conocerán en mes y medio; en tres meses, los de Bankia. Según fuentes de Economía, la cifra de déficit final "será manejable".

El Gobierno aún no tiene decicido cómo se efectuará la digestión de ese déficit. Si se computará todo en este ejercicio o, por el contrario, se irá difiriendo en los próximos años.E Tampoco habla de cifras a la espera de lo que resuelva la valoración del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Esta valoración se realizará a través de dos auditoras (una designada por el FROB y otra por BFA-Bankia) que tendrán que actualizar el valor del grupo y de todos sus activos. En el caso de que haya una discrepancia de valoración que supere el 10%, se designará a un tercer auditor. Además de déficit, este proceso también generará deuda pública, a cuenta de los activos que hay que provisionar ante la previsión de una pérdida futura.

El Estado está todavía decidiendo cuál es la fórmula más adecuada para financiar esta inyección millonaria, pero lo más probable es que se haga a través de deuda del FROB, que no tendrá que salir al mercado a colocar ninguna emisión, como adelantó el pasado viernes Vozpópuli. El FROB, el encargado de hacer la inversión, actualmente cuenta con una hucha de entre 4.000 y 5.000 millones, con lo que la cantidad que tendría que aportar en forma deuda podría rondar los 15.000 millones, aunque previsiblemente será la cuantía completa.

Esta deuda del FROB se inyectará directamente en el balance del grupo BFA-Bankia, antes de realizar las dos ampliaciones de capital. La primera en la matriz, en julio; la segunda en Bankia, por valor de 12.000 millones, entre septiembre y octubre. El FROB tiene capacidad para endedudarse por un valor cercano a los 100.000 millones, por lo que el Estado podría utilizar esta vía para la reestructuración del sector sin tener que acudir a fondos europeos. Con esta operación, BFA incrementará sus títulos de deuda pública que puede convertirlos en liquidez con garantías en operaciones interbancarias, utilizarlos como colateral al Banco Central Europeo o acudir al mercado, una misión extremadamente costosa en estos momentos.

 La otra opción que permite la legislación es que la inyección se haga con deuda pública, pero dadas las condiciones actuales del mercado y el elevado precio que está pagando el Tesoro en las últimas emisiones, lo más probable es que no se decida esta opción.

Como es previsible que los accionistas actuales no acudirán a la operación, aunque tienen derecho de suscripción preferente, toda la ampliación será suscrita por BFA, es decir, el Estado. De esa forma, aproximadamente el 90% del capital de Bankia (el 88,6% a precios de hoy) pasará a manos públicas, con la correspondiente dilución para los minoritarios. "La prioridad del nuevo equipo gestor es trabajar para generar valor y que el Estado pueda vender las acciones que va a tomar de Bankia al mayor precio posible", aseguró ayer José Ignacio Goirigolzarri, en una breve declaración, para apostillar una de sus afirmaciones, durante la rueda de prensa del pasado sábado, en la que aseguró que Bankia no recibirá ayudas sino capital que no se articulará a través de préstamos, por lo que "no hay que devolver nada, hay que crear valor".

En este breve comunicado, difundido ayer por la entidad, Goirigolzarri quiso matizar que "la obligación de una compañía cuando recibe capital, sea de quien sea, no es devolver dicho capital, sino ser capaz de generar valor y ofrecer rentabilidad a esa aportación".

Cambio en el Consejo de BFA
Una vez expuesto el plan de saneamiento, José Ignacio Goirigolzarri tiene previsto concluir hoy la renovación de la cúpula directiva del grupo. Si el pasado viernes se confirmó la sustitución de todo el antiguo Consejo del banco cotizado, hoy puede suceder lo mismo con el máximo órgano de gobierno de su matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). El Consejo de BFA se reúne hoy para aprobar las cuentas del pasado ejercicio que, al igual que sucedió con Bankia, tuvieron que ser reformuladas por la negativa de Deloitte a firmarlas. Este hecho desencadenó la dimisión de Rato y la nacionalización del grupo. Como sucedió con Bankia, su matriz también arrojará pérdidas millonarias, según los cálculos del sector. En la reunión, como es previsible, también se procederá a la sustitución de los consejeros. "Después de lo que dijo De Guindos la semana pasada, de que se profesionalizarían los dos consejos, lo más normal es que se produzca cuanto antes. Sin ir más lejos en el Consejo del lunes", asegura un consejero de BFA.

Una de las opciones que se maneja en Bankia es unificar la representación de los dos consejos, dado que el nuevo equipo gestor planea la fusión a medio plazo de BFA con su filial. De esta manera, el máximo órgano de gobierno de BFA estaría constituido por los nuevos consejeros de Bankia más los representantes que designe el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Los plazos que maneja el nuevo equipo gestor para realizar la fusión se sitúan en el próximo otoño, una vez que se haya completado la ampliación de capital de Bankia.

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