La Justicia alemana ha presentado una orden de detención contra cinco empleados de Deutsche Bank tras el registro de las oficinas. La Policía ha inspeccionado las oficinas de la central del primer banco alemán por sospechas de blanqueo de dinero, encubrimiento y evasión fiscal.
La Fiscalía General del Estado de Hesse ha informado de que unos 500 funcionarios de la Oficina Federal de Investigación Criminal, de la Ispección Fiscal y de la Policía Federal han registrado las oficinas de Deutsche Bank en Fráncfort, así como numerosas y viviendas y otras oficinas en Berlín y Düsseldorf. Tras este registro, la entidad está bajo sospecha de evasión fiscal en relación con derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), por el que ya fue investigada en la primavera de 2010.
Además, la Fiscalía ha asegurado que otros 25 empleados están bajo investigación por la sospecha de evasión fiscal grave, blanqueo de dinero e intento de encubrimiento. Se sospecha que los empleados del banco han ocultado pruebas a las autoridades de la investigación.
La Audiencia Provincial de Fráncfort condenó en diciembre de 2011 a seis hombres a penas de prisión después de que reconocieran haber evadido 230 millones de euros del impuesto sobre el volumen de ventas en operaciones de derechos de emisiones de CO2.
La Justicia investiga al copresidente y a otro miembro del comité ejecutivo
El copresidente de Deutsche Bank, Jürgen Fitschen, y Stefan Krause, miembro del comité ejecutivo, están bajo investigación en este caso. Estos dos directivos firmaron la declaración del impuesto sobre el volumen de ventas de 2009 del banco, señala la propia entidad en un comunicado.
Deutsche Bank afirma en la nota que corrigió voluntariamente desde hace tiempo esa declaración de impuesos y considera que la corrección se efectuó a tiempo. Asimismo, resalta su completa cooperación con las autoridades.