La industria de los electrodomésticos no se rinde y sigue intentando concienciar al Gobierno de la pertinencia de aplicar un 'plan renove' para electrodomésticos caseros similar al que ya se ha implementado durante los últimos años en el sector del automóvil (los sucesivos planes PIVE y PIMA) que ha tenido un éxito notable. Después de que Guindos y Álvaro Nadal frenaran a finales de 2014 un plan con un presupuesto relativamente pequeño, tal y como informó Vozpópuli en exclusiva, las asociaciones FECE y Anfel intentaron a principio de este año, en sucesivas reuniones con responsables del Ministerio de Industria dirigido por José Manuel Soria, arrancar unas ayudas por las que los ciudadanos se vieran incentivados a cambiar sus viejos aparatos por otros nuevos más eficientes.
Sin embargo, desde Industria se hizo saber a los empresarios que era difícil de encajarlo con el tipo de ayudas que entraban dentro de su Ministerio, y teniendo en cuenta que Europa es vigilante con las ayudas a sectores industriales. Por ello se sugirió pensar en la rama de Medio Ambiente, que en la configuración actual del Ejecutivo entra dentro del ministerio de Agricultura de Isabel García Tejerina. Por ello, desde la industria se les ha hecho saber su propuesta, basada sobre todo "en la reducción de emisiones de CO2 y como podemos contribuir de forma relevante a frenarlas", asegura una fuente de la industria.
En el estudio, del que se puede ver aquí un resumen, se hace un cálculo del ahorro posible si se cambia un viejo electrodoméstico por uno nuevo con alta eficiencia energética (A+++ o A++).
El estudio se ha hecho calculando un precio de la luz de 0,18 euros el kWh y calculando el consumo medio que tienen aparatos viejos y nuevos. Los aparatos de alto ahorro energético son, no obstante, los más caros y no son de los que más se están reclamando en estos momentos. El estudio se ha presentado para su análisis, obteniendo la respuesta positiva de la cartera de Tejerina.
Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura se ha señalado a este periódico que las ayudas por eficiencia energética vienen desarrolladas a través del IDAE.
El mercado crece
Sea como fuere, los resultados de ventas de electrodomésticos de línea blanca están dando buenas noticias sin necesidad de ayudas públicas. Es un mercado que ha pagado mucho la caída de consumo ocurrida con la crisis y el desplome inmobiliario, pasando de las 10 millones de unidades que se vendían en 2006 a las 5 que se vendieron en 2014. Estos últimos meses están siendo muy positivos y la subida acumulada en ventas de enero a julio respecto a 2014 alcanza el 13%. El director general de la patronal Anfel, Alberto Zapatero, ha recordado a este periódico que la industria tiene cifrada la tasa de reposición unos 7 millones de electrodomésticos al año y que de seguir esta evolución "podríamos llegar a 5,6 millones dado que la subida fuerte empezó en septiembre del año pasado y el efecto estadístico hará que se corrija a partir de ahora".
"No queremos presentar el ahorro en electrodomésticos nuevos como algo tan sólo positivo para nuestras economías, sino muy beneficioso para el medio ambiente. Un aparato que ya cumple unos años de vida no alcanza en ningún caso la capacidad de eficiencia y de ahorro que tiene uno de los nuevos modelos", asegura Zapatero.
Las ventas de este tipo de productos de consumo suelen considerarse como un indicador adelantado de la situación de las economías familiares. No en vano, cuando aumentó la desconfianza en el futuro económico y el desempleo éstas se desplomaron. Ahora parece vivirse el efecto contrario: muchos ciudadanos han dejado de postergar la decisión de compra y han tomado la decisión de adquirir un producto que llevaban tiempo retardando.