Los operadores de telefonía móvil comienzan a ocupar, poco a poco, las frecuencias de 800 megahercios que hasta abril eran usadas por las televisiones digitales y que quedaron liberadas para que estas compañías puedan ofrecer servicios avanzados 4G y alcanzar velocidades muy superiores a las actuales.
El Dividendo Digital impuesto en toda Europa ha devuelto estas frecuencias a las compañías móviles, que en el caso español pagaron más de 1.600 millones de euros por disponer de ellas. El despliegue ha comenzado este verano, pero los problemas no han tardado en surgir.
Al 'encender' estas frecuencias, Movistar, Vodafone y Orange están provocando interferencias en los servicios de Televisión Digital Terrestre (TDT) de los hogares. Según las fuentes del sector consultadas, unos tres millones de hogares podrían sufrir (ya un buen número lo están sufriendo, aunque por ahora es de forma puntual) interferencias en sus televisiones por el uso de la banda de frecuencia de 800 Mhz para los servicios móviles.
Las viviendas unifamiliaries y las pequeñas comunidades de propietarios que no adaptaron sus antenas son las más afectadas
Ya hay municipios de Cádiz, Málaga, Asturias y otras zonas de España en los que la activación de la banda está provocando esas interferencias, especialmente en viviendas unifamiliares y en pequeñas comunidades de propietarios.
El Gobierno dio ayudas para la adaptación de las antenas de televisión de los edificios, pero muchas hogares se quedaron fuera de ellas y ahora se pueden encontrar con esos problemas. Las fuentes consultadas señalan la preocupación del Ministerio de Industria porque estas interferencias se extiendan por muchas zonas de España.
Y algunos ya apuntan a una cierta relajación por parte de los operadores en la colocación de los filtros necesarios para que no haya solapamiento de frecuencias que afecten a la TDT.
De hecho, durante los primeros seis meses del proceso, los operadores están obligados a colocar estos filtros en el entorno de los hogares que se vean afectados. Los filtros cuestan entre 50 y 80 euros y la sociedad encargada de costearlos es Llega800.es, una entidad gestionada por Elecnor y financiada por los tres grandes operadores.
A partir del sexto mes, serán los ciudadanos los que tendrán que pagarse sus propios filtros, según la norma establecida. En algunas zonas de Andalucía la polémica ya ha llegado, porque las quejas de las viviendas afectadas por esas interferencias y la lentitud por parte de Llega800.es en solucionar los problemas.
Según los expertos, en los próximos meses se van a producir muchos más casos de interferencias a medida que los operadores empiecen a hacer un uso más intensivo de la banda de 800 Mhz.