El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, ha pedido este martes unas "reglas del juego homogéneas" para poder competir en igualdad de condiciones con los grandes operadores del comercio electrónico como Amazon.
En su intervención en el ciclo 'Dinar Cambra' de la Cámara de Comercio de Barcelona, Gimeno ha lamentado que la legislación comercial actual es del siglo XX, y por lo tanto no se corresponde con la realidad del siglo XXI.
"Hay empresas del entorno 'online' que no están sujetas a restricciones de horarios comerciales y cuya fiscalidad no se asemeja al marco en que nos movemos las empresas de distribución tradicionales. Necesitamos un marco a nivel europeo que nos permita competir en igualdad de condiciones", ha aseverado.
"No nos da miedo igualar precios, el problema es que si igualas precios con algunos de estos señores -en referencia a los gigantes del comercio electrónico- estás vendiendo bajo coste y esto no puede ser. Algo esta pasando", ha insistido.
Ha indicado que el comercio 'online' representa actualmente un 4,5% de la facturación minorista en España, si bien el crecimiento a corto plazo "disparará la ventaja competitiva de quienes operan principalmente en el mundo digital".
El comercio online representa un 4,5% de la facturación minorista, asegura
"Grandes y pequeños comercios debemos encontrar puntos en común que nos permitan consolidar nuestra posición y aumentar nuestra competitividad. Sólo así podremos hacer frente a operadores digitales internacionales", ha advertido Gimeno.
Para ello, también ha pedido la implicación de la administración pública, trabajando por un "comercio fuerte y ágil capaz de competir en igualdad de condiciones".
Asimismo, ha llamado a tejer alianzas con operadores tecnológicos y a encontrar vías de colaboración a nivel europeo para crear un 'marketplace' común para competir con los grandes 'players' online.
En esta estrategia se enmarca el acuerdo con Samsung para incorporar su sistema de compra con el móvil o la alianza con el sistema de pago móvil Alipay (Alibaba), dirigido a clientes chinos.
Retos y prioridades
Preguntado por si el grupo estudia abrir almacenes en otros países y aumentar su presencia en Cataluña, Gimeno ha afirmado que la compañía está atenta a nuevas oportunidades, pero ha asegurado que la "máxima prioridad" es centrar sus esfuerzos en adaptarse al reto digital, poniendo en valor sus bases de datos de clientes y apostando por la diferenciación.
Por ello, la firma sigue trabajando en combinar la tienda física con la tienda online, posibilitando que el cliente pueda encontrar las mismas referencias en ambos espacios, y en enviar sus pedidos a domicilio en "tiempo récord" gracias a la buena localización de sus almacenes.
Cataluña: vuelta a la normalidad
Sobre si la tensión política en Cataluña ha afectado a El Corte Inglés, ha admitido cierto impacto: "Ha habido momentos en los que se ha notado. Afortunadamente, todo esto se está aderezando y estamos ya en la normalidad, que es lo importante".
El Corte Inglés abrió sus primeros grandes almacenes en Cataluña hace 55 años y actualmente cuenta con 10 establecimientos, de los que siete se ubican en Barcelona, dando empleo a 8.000 personas.
Además, tiene relaciones comerciales con más de 4.000 proveedores catalanes, a los que realiza compras por 1.900 millones de euros.
El Corte Inglés iniciará en breve una remodelación de su centro en Girona, unos trabajos que se alargarán durante dos años y que permitirán una ampliación en más de 8.000 nuevos metros cuadrados, a la vez que los centros de Plaza Catalunya y Diagonal, en Barcelona, albergarán "nuevos conceptos comerciales acordes a las nuevas tendencias".
Turismo de compras
Dimas Gimeno también ha pedido "cuidar como país" el turismo de compras, ya que ha defendido que se trata de un turismo de calidad que crea empleo y riqueza.
"Necesitamos agilizar los visados y aumentar la promoción en origen. Tenemos que dar a conocer nuestras ciudades, nuestra gastronomía y nuestra cultura", ha apuntado, y ha añadido que no sólo es importante el volumen de turistas que recibe España, sino también medir su rentabilidad por los ingresos que generan.