En dos sesiones, SG ha colocado algo más del 5% de Iberdrola en el mercado en tan sólo dos días. Las acciones se corresponden con el préstamo de valores que ACS le otorgó a la entidad financiera francesa el pasado viernes, a cambio de un préstamo por valor de 1.600 millones de euros.
En una primera operación, realizada el propio viernes, SG colocó un 1,62% del capital de Iberdrola a otra de las entidades que realizó la operación de financiación, según relata el banco galo en un hecho relevante publicado esta tarde. Después de esta operación, la participación de SG en Iberdrola se quedó en el 6,96%.
Sin embargo, la operativa ha continuado en los siguientes días. El banco francés ha dejado la participación en el 3,14% después de diversas operaciones de trading y préstamo de valores (en este caso, représtamo). Esta segunda parte de la transacción también se ha detallado posteriormente en un hecho relevante, lo que convierte esta operación en una de las que ha visto desfilar más comunicados al organismo supervisor.
El pasado viernes, ACS anunció la refinanciación de la deuda de su instrumental Residencial Monte Carmelo, destinada a ostentar una participación del 8,25% de Iberdrola. La operación consistía en un préstamo de 1.600 millones de euros liderado por SG y que tenía como contraprestación la suscripción de diversos contratos de derivados y un préstamo de valores a favor de la entidad financiera francesa.
'Match ball' salvado
A cambio, ACS salvaba una situación comprometida ya que sindicato bancario que sostenía el préstamo refinanciado ya había amenazado con ejecutar la participación (que servía como garantía) si la constructora no aportaba más garantías. La nueva estructura de financiación permite a ACS no tener que aportar garantías adicionales en función de las fluctuaciones accionariales.
Sin embargo, a comienzos de esta semana se conocían nuevos detalles de la operación, entre los que se encontraba el hecho de que los derechos políticos de las acciones de Iberdrola que ACS prestó a Société Générale correspondían en realidad al banco francés, aunque éste se comprometía a hacer “sus mejores esfuerzos” para que ACS pudiera ejercerlos en las juntas de accionistas de la eléctrica.