Cada uno con sus armas, los distintos agentes del sector energético están desplegando toda su artillería de persuasión ante el Gobierno para intentar parar el golpe de la reforma energética cuya aprobación ultima el Ejecutivo. Acciona ha decidido tomar cartas en el asunto. Según fuentes del sector, el presidente del grupo, José Manuel Entrecanales, ha remitido una misiva al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para transmitirle su preocupación por el recorte de la retribución a las energías renovables.
Oficialmente, Acciona, cuyo presidente ha estado estos días lejos de España (este jueves, se encontraba de viaje en Australia), no confirma ni desmiente la existencia de esa misiva. El grupo “no comenta sobre las cartas que envía el presidente si estas son de carácter privado”. No obstante, Acciona, con su presidente a la cabeza, se ha esforzado por transmitir al Gobierno y a los distintos ministerios que la reforma planteada es “jurídicamente insostenible”, señalan fuentes próximas al grupo.
Algunas fuentes, que confirman la existencia de esa misiva, aseguran que su destinatario no sería Rajoy, sino el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que está jugando un papel clave en la reforma, al estar basada, básicamente, en nuevos impuestos a las empresas. Su diseño ha propiciado un soterrado enfrentamiento entre Montoro y el ministro de Industria, José Manuel Soria.
Acciona considera que la reforma planteada es "jurídicamente insostenible"
Más que una reforma del mercado eléctrico, el paquete de medidas, que podría aprobarse este mismo viernes, según EP (otras fuentes apuntan al Consejo de Ministros de la semana que viene), consistirá en una batería de impuestos y tasas a las diferentes tecnologías de generación para intentar solucionar el colosal agujero del déficit de tarifa acumulado (diferencia entre ingresos y costes regulados del sistema).
Y entre las principales perjudicadas estaría Acciona, que ayer se dejó un 5,5% en bolsa y ha perdido un 17,5% de su valor desde que hace una semana se filtró un borrador que recoge una tasa del 11% para la facturación eólica y del 13% para la termosolar, en las que el grupo tiene una posición relevante en España. Según Cheuvreux, la empresa vería recortado un 46% su beneficio neto. A continuación figuraría Endesa, con un impacto del 23% en su beneficio, e Iberdrola y Gas Natural, con un recorte del 21% cada una.
Acciona, un histórico de las renovables, se convirtió hace tres años en uno de los líderes mundiales del sector tras su salida de Endesa, con suculentas plusvalías y previa venta de activos por parte de Enel, su aliado en la guerra de opas por la eléctrica. Con 4.673 megavatios (MW) a 31 de marzo, Acciona es el segundo operador en energía eólica en España, con un 21,5% de la potencia, y el segundo en termosolar (200 MW), con cuatro plantas y una quinta en construcción.
El grupo es el segundo operador en eólica y termosolar en España
Acciona es partidaria de que las tasas e impuestos que se impongan al sector sean lineales (para gravar de la misma forma a todas las tecnologías) y se apliquen a los beneficios (no a la recaudación, como pretende Industria). El grupo aboga por un aplazamiento de la reforma y de los objetivos de reducción del déficit de tarifa, que en mayo ya superaba los 2.500 millones y que el año que viene no debería generarse. Se alinea así con Endesa, que ha dicho públicamente que “no pasa nada” si se aplaza la solución del problema. El agujero es colosal: más de 25.000 millones de euros que financian las grandes eléctricas hasta que se tituliza (tarea imposible desde marzo) y que tienen aval del Estado.
Acciona ya adelantó a principios de año su posición sobre el déficit, en la consulta pública que lanzó la Comisión Nacional de la Energía: decía que agujero, “creciente y artificial”, “ha convertido el problema de unos pocos en un problema general” y debería resolverse con “proporcionalidad” y medidas de reducción de costes de corto plazo (uno o dos años) y largo plazo. Como era de esperar, entre las propuestas de Acciona no figuraba un recorte de primas a las renovables, que han contribuido a la explosión del déficit, al ser un coste regulado. El grupo reclamó incluso un IVA reducido del 8% para estos incentivos.