No hay duda de que entre 2012 y 2014, el gasto medio en electricidad de los hogares españoles ha registrado un descenso del 12%, según se extrae de la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), realizada sobre una muestra de 24.000 viviendas.
El problema es que esa importante caída no se ha debido a una bajada del recibo de la luz, como defiende el Ministerio de Industria y Energía. La causa principal de que los hogares gasten menos en electricidad se debe a que en España hay 4 millones de familias en situación de pobreza energética, y muchas de ellas no pueden permitirse poner ciertos electrodomésticos, así como la calefacción y el aire acondicionado, consiguiendo de esta forma importantes ahorros y, por extensión, una caída en el gasto medio anual en electricidad.
Pero además, un buen número de esos hogares en riesgo de exclusión no pueden siquiera pagar el recibo, con riesgo de corte del suministro por parte de su compañía, lo que también contribuye al recorte del gasto medio. Dado que las grandes eléctricas cortaron la luz a 1,4 millones de hogares en 2012, a casi un millón en 2013 y a medio millón de familias en 2014, la conclusión parece evidente.
Parte de la caída del gasto se debe a que 4 millones de hogares con probreza energética han recortado su consumo y muchos no pudieron pagar el servicio
En el periodo analizado por el INE, casi tres millones de hogares no incurrieron en gasto en electricidad porque les cortaron el servicio, ya sea por semanas, meses o, en los casos más extremos (imposibilidad total de pagar el recibo) de forma definitiva. Con tal volumen de familias sin pagar los recibos, parece obvio que el gasto medio en electricidad en España baje.
El otro elemento de gran importancia para contextualizar la encuesta del INE lo representa un fenómeno relativamente nuevo en España, que ha 'explotado' por la crisis de las economías familiares y por los efectos negativos de las subidas del término fijo del recibo aplicadas por Industria. Hablamos de las bajadas de potencia.
Tradicionalmente, los hogares han tenido más potencia contratada de la que realmente necesitan y se han fiado de la que les recomienda su compañía eléctrica en función de su perfil de consumo. Pero la mala situación económica y el fuerte aumento que propinó el Departamento que dirige José Manuel Soria al término de potencia (representa más del 40% del total del recibo), provocó un movimiento ciudadano que enarbolaba la bajada de potencia como un acto de rebeldía hacia la política energética del Gobierno, pero sobre todo como un instrumento de ahorro familiar.
Al grito online de 'bájatelapotencia' se han sumado decenas de miles de hogares y pymes, que han solicitado a su compañía la bajada de uno o dos tramos de potencia para pagar menos en la parte fija del recibo. Ha sido tal la avalancha de bajadas que, como adelantó este diario, la propia CNMC ha constatado en su liquidación 14 que esta movilización ha provocado, sólo en 2014, un agujero de 742,65 millones de euros en los "ingresos por peajes a satisfacer por los consumidores finales de electricidad".
Las bajadas de potencia han provocado en 2014 una caída de ingresos de 742 millones en el sistema y, por tanto, una caída del gasto medio en electricidad por hogar
Una caída del 5% provocada por las bajadas de potencia, que ha ido acompañada de un descenso del consumo eléctrico nacional. De esta forma, las bajadas de potencia se han convertido en causa directa del recorte del gasto en electricidad que registra el INE, cuya encuesta cifra en 796 euros anuales el gasto medio de las familias en luz en 2012, frente a los 701 euros de 2014.
Sin embargo, Industria ha tratado de apuntarse el tanto del descenso del gasto en electricidad ligándolo a una supuesta bajada del recibo de la luz. Los datos muestran que la reforma energética "está funcionando" y "protege a las familias con hijos", ha afirmado una nota del Ministerio.
Gracias al nuevo sistema de fijación de precios para los consumidores domésticos, el PVPC, "se ha reducido la factura y se ha frenado la escalada de precios que se produjo hasta el año 2012", defiende el equipo de Soria, que insiste en que los precios de la luz han bajado un 8% en el periodo 2012-2014.
Pero el propio INE ha desmentido al ministro y constató que en 2014, el recibo de la luz se encareció un 4,4%. Soria ha tratado de desmontar el cálculo del Instituto de Estadística al criticar que no se hayan incluido las devoluciones realizadas por las eléctricas por lo cobrado de más en el primer semestre del pasado año.
Pero todos coinciden (INE, organizaciones de consumidores, expertos…), el recibo de la luz en España sigue siendo de los más caros de Europa, subió un 4,4% en 2014 y este año, los incrementos podrían llegar al 10%.
Eso no lo dicen unos iluminados de los partidos emergentes que tanto teme el Gobierno, lo dicen las compañías eléctricas, en función de cómo está subiendo el precio mayorista del megavatio/hora. Frente a los 42 euros de media de 2014, la previsión para este año se sitúa en el entorno de los 60 euros el MW/hora, con lo que las compañías estiman subidas en el recibo medio anual de entre el 5% y el 10%.