La guerra por la financiación autonómica se ha extendido al corazón del PP. En una reunión celebrada en la sede de Génova, saltaron las chispas entre varios consejeros autonómicos de Hacienda y la cúpula del partido encabezada por Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de Moncloa, y Javier Arenas, vicesecretario nacional de Asuntos Territoriales.
El consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, y la consejera de Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, se mostraron especialmente vehementes y trasladaron a los directivos del PP un mismo mensaje: “Basta ya de penalizar a las Autonomías que están cumpliendo con los objetivos de déficit”, según fuentes al tanto de lo ocurrido en la reunión.
“En la práctica el Gobierno ha vuelto a instaurar para las Comunidades un déficit asimétrico profundamente injusto. Pero esta vez lo ha hecho a través del Fondo de Liquidez Autonómico. Las Autonomías que peor estaban, que en su mayoría han incumplido el déficit y que han tenido que acceder al FLA son precisamente las más socorridas por las medidas de Hacienda. En lugar de ayudar a todas dando un aplazamiento de las liquidaciones negativas que rondan los 2.000 millones de euros, se rebaja el tipo de interés a las que están en el FLA justo por un valor de 2.000 millones. Se obsequia a Cataluña con 883 millones más y otra vez es la más beneficiada. A Andalucía se le conceden 369 millones más. Y sin embargo a las Comunidades que son del partido y que cumplen se las castiga“, explican varias fuentes autonómicas.
Indignada por estas diferencias de trato, la consejera castellanoleonesa Pilar del Olmo se rebeló, enzarzándose en una acalorada discusión con Álvaro Nadal. Con la tensión por las nubes y borde como él solo según atestiguan diversas fuentes, el director de la Oficina Económica insistió en que era imposible hacer otra cosa porque no había más margen.
Por su parte, el encargado de las finanzas madrileñas, Enrique Ossorio, denunció que siempre se restasen fondos a Madrid para contentar al resto. Y sacó a relucir un arsenal de agravios poniendo un papel tras otro sobre la mesa, a lo que Javier Arenas contestó que no airease tanto los trapos sucios en público y que lo hiciese más en privado, como los demás del partido.
El titular de la Hacienda valenciana, Juan Carlos Moragues, también se unió a las protestas y dejó claro que sin 1.000 millones más de financiación no podría cumplir con el objetivo de déficit. No en vano, su Comunidad es, según todos los informes, la región peor tratada por el actual sistema de reparto. A menos de un año para las elecciones, los nervios en el PP están a flor de piel a cuento de la financiación autonómica.
El flotador selectivo de Montoro
En el Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado este jueves, Hacienda ha brindado una rebaja de intereses a las Comunidades rescatadas por el FLA que asciende a los 2.047 millones entre 2014 y 2015, a repartir a razón de 409 millones para lo que queda de año y 1.637 millones para el siguiente. En vez de un interés del 2,5 por ciento, Montoro les ha otorgado un tipo del 1 por ciento, un recorte sustancial que deja el coste de la financiación de estas Autonomías por debajo incluso de lo que le cuesta al Tesoro y cuya diferencia de 2.000 millones soportará el Estado central en sus cuentas.
Varias Comunidades del PP protestan porque Hacienda ha vuelto a crear un déficit asimétrico rebajando los intereses del FLA. Cataluña es la más beneficiada con 883 millones.
La medida aliviará mucho el esfuerzo de ajuste que han de llevar a cabo las Comunidades Autónomas beneficiadas. Sin embargo, quedan fuera Autonomías como Madrid, Castilla y León o Galicia, que evitaron pedir prestado al FLA para librarse del estigma de los mercados. Y precisamente este trato tan diferenciado hizo estallar a Madrid y Castilla y La Mancha en el comité organizado con sus colegas de partido.
Montoro se comprometió a entregar 3.903 millones más de financiación por el aumento esperado de los ingresos en 2015. Pero al mismo tiempo las Comunidades tienen que devolver en 2015 unos 2.000 millones por las liquidaciones negativas de ejercicios anteriores en los que la recaudación se comportó peor de lo esperado. De tal modo que buena parte de la mejora de los ingresos desaparece, excepto para las que están en el FLA, que recibirán un flotador incluso superior a la liquidación que han de devolver el año que viene.
Menos para las del PP
Con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, la pelea por más fondos sólo acaba de empezar. Y curiosamente, salvo Navarra y País Vasco, todas las Comunidades que no han utilizado al FLA son del PP: Madrid, Galicia, Castilla y León, Extremadura, Aragón y La Rioja. Ante semejantes presiones procedentes de su propio partido, Montoro reculó a las pocas horas y avanzó al término del Consejo de Política Fiscal y Financiera que estaba estudiando una suerte de ‘FLA bueno’ que ayudase a reestructurar las deudas de las Autonomías fuera del Fondo de Liquidez.
Pese a obtener ni más ni menos que el equivalente de cuatro décimas de déficit, el consejero de Economía de Cataluña, Andreu Mas-Colell, argumentó que el cable era insuficiente y que le obligaba a tocar una vez más los servicios esenciales. Además, se quejó de que a cambio de la rebaja de intereses se obligase al Govern a inscribirse en “las plataformas recentralizadoras del Estado”.
Y es que el Ministerio ha fijado tres condiciones imprescindibles a la hora de acogerse a los menores intereses del FLA: aplicar el plan Emprende en 3 que permite abrir una empresa en tres días; apuntarse a la plataforma del Estado central de factura electrónica para que Hacienda pueda vigilar sus itinerarios; y pagar con esos fondos a proveedores.
La consejera andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, calificó en cambio la asistencia de Hacienda como de mera tirita para la sangría que sufre la Sanidad y la Educación en Andalucía.
En un capítulo aparte, el ministro Montoro anunció además dos iniciativas que facilitarán la liquidez a las CCAA. Por un lado, una carencia de un año para las operaciones de crédito del FLA cuyo montante asciende a los 2.000 millones de euros. Y por otro, alargar de 10 a 20 años los plazos establecidos para devolver los 25.000 millones de liquidaciones negativas de 2008 y 2009. Si bien estas dos medidas suponen una ayuda para no tener que acudir al mercado buscando una refinanciación, no suponen un recorte de las rúbricas de gasto de las CCAA como sí ocurre con la rebaja de intereses del FLA al 1 por ciento.