Santander puso precio a su crecimiento en el mercado catalán. Ofreció 300 millones por Catalunya Caixa, además de solicitar una serie de garantías. La cifra resultó insuficiente ante los 920 millones, ampliables a 1.187 millones, que pagará BBVA al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Una derrota que obligará a la entidad presidida por Emilio Botín a generar un plan B para reforzarse en el mercado catalán, según confirmó este jueves Javier Marín, consejero delegado de la entidad, en la presentación de resultados de la entidad. Santander ganó 2.756 millones de euros hasta junio, el 22% más.
El dominio de Caixabank (40%) y BBVA (29%) en las cuotas de negocio catalán deja a Santander en una clara situación de desventaja en el mercado más rico de toda España. Un mercado por el que los financieros de todo el sector se pelean por ganar protagonismo. El banco rojo apenas llega al 10% en la tarta del negocio bancario en Cataluña. "Tenemos menos cuota de la que nos gustaría tener. Nos falta algo más de presencia en particulares. Tenemos más interés de crecer en Cataluña que en otras geografías", reconoció Marín.
El CEO del Santander incluso no descartó la posibilidad de abrir nuevas oficinas en el territorio catalán, cuando la dinámica es la contraria para mejorar la eficiencia, con la finalidad de apoyar el crecimiento orgánico. Un plan B motivado por la derrota ante BBVA en una operación que ha merecido la felicitación del propio Marín, vía e-mail, a Ángel Cano, consejero delegado del banco azul. "Cuando se gana en buen alid no hay nada mejor que reconocerlo", se sinceró el número dos del Santander.
El banco con sede en Boadilla tendrá que pelear ahora con el resto de entidades del sector (Sabadell, Popular y Bankia, principalmente) para captar aquellos clientes desencantados con BBVA y Caixabank. Y, después, lograr vincularles. Un camino mucho más largo que la inyección de 1,5 millones de clientes que hubiera supuesto la compra de Catalunya Caixa.
"No nos hemos equivocado en el cálculo de la oferta de acuerdo a las hipótesis de trabajo que manejábamos. Cada entidad hace sus números y valora diferentes cosas. Es difícil saber si BBVA ha pagado un sobreprecio", se defendió Marín ante la posibilidad de que la entidad haya tenido un error de cálculo en el precio presentado por BBVA.
Marín ha alabado la gestión del Gobierno en la reestructuración financiera y ha asegurado que ha "manejado bien los tiempos" en la crisis de las cajas, al tiempo que ha afirmado que el sector entra en una "situación de normalidad". "El Gobierno ha gestionado bastante bien los tiempos", ha defendido Marín, para después dar por cerrada la reestructuración financiera tras la venta de Catalunya Caixa a BBVA.
Descarta comprar BES y Barclays
Sobre próximas operaciones, Marín ha descartado que la entidad vaya a entrar en Banco Espirito Santo, una opción sobre la que se ha especulado. Además, ha asegurado que no pujará por el negocio minorista de Barclays en España, justo cuando está a punto de finalizar la fase de ofertas vinculantes.
Sobre la red en España de Barclays, el consejero delegado ha manifestado que "lo estamos viendo, pero no me parece que sea uno de los objetivos para añadir valor en la presencia de Santander en España".
Además, Marín ha descartado que Santander esté interesado en comprar Banco Espírito Santo para crecer en Portugal. La entidad lusa atraviesa serios problemas financieros y, ante la posibilidad de que necesitase una ampliación de capital para fortalecer su estructura, se especuló con la posibilidad de que el Banco de Portugal, en su búsqueda de inversores, había sondeado el interés de Botín.
Morosidad a la baja
Por otra parte, Marín destacó la caída, aunque "ligera", de la tasa de morosidad en España, que por primera vez en ocho trimestres desciende al pasar del 7,61% al 7,59%. La franquicia en España suma unos beneficios de 200 millones, el 13% en el conjunto de las geografías.
El consejero delegado subrayó que en el primer trimestre de este año ya se vio una "ralentización" en la evolución de la mora, pero ahora se ha logrado "la primera caída". Por esta razón, consideró que 2014 está siendo "un buen año en todos los parámetros sobre calidad crediticia", y confió en que esta evolución se refleje en los resultados de los estrés test y de los AQR ('Asset Quality Review').