Las sicav, sociedades de inversión de capital variable, para las que hace falta un mínimo de 2,4 millones de euros para ser constituidas, buscan llenarse también con dinero de particulares, no necesariamente millonarios.
Hace poco, Ram Bhavnani anunció una interesante propuesta (más efectista que efectiva) abriendo la puerta de entrada de su sicav Evolution a particulares, y ayer Banco Madrid presentó ante la prensa su fondo BM Sicav Selección, que invierte en las mejores sicav españolas.
Como anunciaban en su nota repartida a los medios, “las sicav de autor obtienen una rentabilidad un 40% superior a la Bolsa europea”. Este fondo de Banco Madrid invierte en las sociedades Torrenova (March), Lierde (César Alierta, family & Friends), Arenberg (independiente), Elcano (independiente), Belgravia (de la gestora del mismo nombre), así como en otros fondos de autor, como Bestinver o Banco Madrid Ibérico Acciones, de Gonzalo Lardiés, gestor con grandes resultados en el pasado en Metagestión o Rothschild.
El fondo maneja actualmente 35 millones de euros y tiene casi 2.000 partícipes, invirtiendo hasta la fecha en 14 sicavs o fondos de autor. Cualquier inversor puede comprarlo a partir de 1.000 euros en las oficinas de Banco Madrid y en breve estará disponible en alguna plataforma tecnológica como All Funds, por lo que podrá ser contratado desde la práctica totalidad de oficinas bancarias. Este fondo gana un 9% acumulado desde su lanzamiento, poco antes del verano pasado.
Gestores de verdad
Cada vez son más los gestores que abandonan grupos financieros grandes y se establecen en proyectos ‘artesanales’ de esta naturaleza. Quienes hacen esto son gestores que quieren dedicarse a su profesión, sin objetivos comerciales impuestos desde la matriz y sin ambiciones de hacer carrera bancaria, dejando la gestión en cuanto sea posible.
Desde Banco Madrid intentan hacer una continua labor de formación a la opinión pública, intentando corregir mensajes erróneos. El más habitual es el que denuncia que las sicav tienen una fiscalidad favorable porque sólo pagan un 1% de impuestos, cuando la realidad es que estos vehículos abonan ese 1% en concepto de sociedades, al igual que cualquier fondo de inversión. Un error de concepto que sin duda llega por el marchamo de 'vehículo para ricos' que tienen estos instrumentos.
Pero el inversor en sicavs está sujeto a la misma fiscalidad que cualquier otro ahorrador de inversión colectiva, que tributa al retirar su patrimonio. Las ventajas de las que disponía, como poder moverse entre distintos activos (fondos, acciones, deuda, depósitos) sin tributar, puede quedar igualada con la propuesta de ‘sicavs para pobres’ (mandato de gestión con fiscalidad diferida hasta el momento del reembolso) que puede traer la reforma fiscal.
Asimismo, no hay otro producto en el mundo del que se conozcan sus principales titulares. Puede decirse que la sicav es el vehículo financiero más transparente que puede encontrarse, ya que además informa trimestralmente de su cartera al dedillo de manera pública.
Cuantos más, mejor
Los gestores de estas sicavs, por su lado, se muestran encantados de que pueda llegar cuanto más dinero mejor a sus productos y recuerdan que también pueden acudir a cualquier sociedad de valores y solicitar que se compren acciones de cualquier sicav que cotice en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
La democratización de las sicav, que viven un momento claro de relanzamiento, podría estar muy cerca.