España ha abierto una crisis diplomática con Argelia después de respaldar la posición de Marruecos en el status del Sáhara. Una posición que encendía las alarmas energéticas en plena crisis de precios del gas tras la invasión de Ucrania y las correspondientes sanciones al necesario gas ruso. Pero sobre este escenario planea Estados Unidos, un gran aliado de Marruecos y que en 2022 ha adelantado a Argelia como el principal proveedor de gas de España.
Estados Unidos suministra ya el 34,6% de todo el gas natural que entra en el territorio español y alcanza los 13.103 gigavatio-hora (GWh), la mayor cantidad de gas estadounidense en la historia de los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) que data de 2004. Una cifra que aparece en su avance provisional de consumo enero 2022 y que supera con creces a la cifra del 25% que suponían los metaneros estadounidenses en el boletín estadístico de hidrocarburos de diciembre de 2021.
Según fuentes del sector energético, el aumento de la compraventa de gas entre Moncloa y la Casa Blanca va de la mano con que Marruecos es el aliado estratégico de Estados Unidos en el Norte de África y Argelia es el socio clásico de Rusia en esa área geográfica. En este contexto, desde el sector ven comprensible que el equipo de Joe Biden esté detrás de una mejora de las relaciones entre sus dos aliados, España y Marruecos, en medio de la crisis entre Occidente y Rusia.
Es decir, Biden lograría con esa operación una mejor relación entre dos ‘colegas’ y se asegura mantener su posición de mayor proveedor de gas de España. Porque si existe riesgo de que Argelia cierre el grifo de suministro a territorio español, el sector ve "prácticamente imposible" una reapertura del gasoducto del Magreb que se cerró el pasado 31 de octubre tras el movimiento con el Sáhara. Una tubería por la que llegaba hasta entonces cerca del 25% del gas que se consumen los españoles desde Argelia, que pasa por Marruecos y se distribuyen por el territorio español.
El cierre de esa vía de abastecimiento en noviembre ha reducido la necesidad de España por al suministro de Argelia. El avance provisional de consumo enero 2022 de Cores apunta que, por primera vez en la historia de sus registros, la dependencia por esta materia prima de origen argelino baja del 30% hasta el 27%.
Un hecho que le releva al segundo lugar tras Estados Unidos. Argelia ha sido tradicionalmente el principal país exportador para España. Lo ha sido durante los últimos años y lo fue también en el conjunto del año pasado, con casi un 43% del total, frente al apenas 14% procedente de Estados Unidos, según los registros combinados de Enagás y de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores). En 2015, esta dependencia llegó a situarse en el 60%.
La no renovación del Magreb por parte de Argelia generaba cierta incertidumbre por si España iba a lograr mantener los niveles de importación en un momento en el que el gas era más necesario que nunca. Y con la aparición en escena de Estados Unidos, el último mes enero ha superado en un 4% las importaciones de gas del mismo mes de 2021 y se sitúan en 34.204 GWh.
El gas llega más por barco
Los datos de Cores evidencia de donde surge la diferencia. En este último dato, disminuyen las importaciones realizadas a través de gasoducto un 45,6%, por el cierre de esta tubería que llegaba desde Argelia, y el el gas natural licuado (GNL) que llega a través de barcos se ha disparado un 67,6%.
El sector energético sigue preguntándose "qué gana España" en su decisión del Sahara cuando el gran quebradero de cabeza es la energía y el impacto de los altos precios en la inflación. "Lo único tangible que EEUU podría ofrecer que Ceuta, Melilla y Canarias quedasen bajo el paraguas protector de la OTAN y una intensificación de los envíos de GNL a España", concluyen fuentes del sector.