El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado este jueves su dimisión y la celebración de elecciones anticipadas, tal y como había adelantado un responsable gubernamental a la agencia Reuters. Después de su discurso el líder de Syriza presentó su renuncia al presidente de la República, Prokopis Pavlópulos. Los comicios se celebrarán previsiblemente el próximo 20 de septiembre, apenas ocho meses después de la llegada del partido de izquierda radical al poder. Su intervención, televisada en directo, se ha producido en medio de la fuerte división en las filas de Syriza y después de que Grecia haya realizado este jueves un pago de 3.400 millones de euros al BCE tras recibir un primer tramo del nuevo rescate.
"Sé que no logramos todo lo que prometimos al pueblo griego pero hemos salvado al país", ha señalado, subrayando su "orgullo" por "la batalla que he dado". "Hemos dado el mensaje a Europa de que tenemos que acabar con la austeridad", ha rematado.
El primer ministro griego consigue así no enfrentarse a una moción de confianza que, probablemente, tendría que haber afrontado en las próximas semanas. Su futuro en ese caso hubiese sido incierto, pues alrededor de un tercio de los diputados de Syriza, su partido, han votado en contra de sus postulados en las últimas semanas. Si ha conseguido sacar adelante el tercer rescate ha sido por el apoyo de la oposición, que difícilmente le hubiesen respaldado en una moción de confianza.
"No ha sido el rescate que queríamos, pero era el mejor disponible, tendremos que batallar contra las consecuencias adversas del programa", ha dicho en su intervención televisiva. También ha comentado que no han podido cumplir muchas de sus promesas electorales, y que ese es precisamente el motivo por el que quiere que los ciudadanos griegos vuelvan a hablar. "Tengo la obligación moral de preguntar sobre el acuerdo al pueblo griego", ha comentado Tsipras. Mi mandato del 25 de enero ha vencido. Ahora el pueblo debe pronunciarse. Ustedes con su voto decidirán si negociamos bien o no", ha zanjado al respecto.
Hasta 44 diputados de Syriza no apoyaron al Gobierno en la aprobación del tercer rescate
Tsipras dejará su cargo en los próximos días y será el presidente del Tribunal Supremo, Vassiliki Thanou-Christophilou, quien supervise tanto el proceso electoral como los primeros pasos de implantación del nuevo rescate griego. El líder de Syriza consigue así que los efectos del nuevo rescate, tales como la subida del IVA o la reforma de las pensiones, no tengan aún efecto en los ciudadanos.
La posibilidad de unos comicios adelantados se viene barajando desde que la aprobación del tercer rescate en el Parlamento evidenciase la división en el partido izquierdista Syriza, con hasta 44 diputados que no apoyaron al Gobierno. Pero el Ejecutivo hizo saber este fin de semana que no se pronunciaría al menos hasta este jueves, tras recibir el primer desembolso del tercer rescate y pagar al Banco Central Europeo 3.400 millones de euros correspondientes al rendimiento de los bonos helenos y a intereses.
El panorama electoral al que se enfrentan los griegos es especialmente complicado. Se espera que el ala más izquierdista de Syriza -comandado por la presidente del parlamento Zoi Konstandopulu-, que ha votado en contra de los planes de Tsipras en los últimos meses, se escinda y cree un nuevo frente electoral contra el primer ministro.
El actual líder podrá intentar en ese caso crear coaliciones con To Potami, que en español significa El Río y es un partido de centro en crecimiento en las últimas elecciones. "Probablemente Tsipras gane pero sin la mayoría suficiente y quizá sea el momento para hacer una coalición con To Potami, pero va a tener que hacer las cosas rápido porque en octubre llega la primera revisión del rescate", cuenta desde Atenas Nick Malkoutzis, del diario Ekathimerini.
La oposición, en contra de las elecciones anticipadas
Evangelos Meimarakis, líder del principal partido de la oposición, Nueva Democracia, ha respondido el movimiento de Tsipras diciendo que está en desacuerdo con el adelanto electoral que propone el líder izquierdista y ha anunciado que intentará formar gobierno para que los comicios no lleguen a celebrarse. "Tsipras es popular, pero también un poco mentiroso; nadie puede entender por qué ha dimitido", ha dicho Meimarakis en una comparecencia posterior a la dimisión del gobierno heleno. "Nunca antes un primer ministro había ocasionado tres votaciones en su mandato", ha abundado el líder de la derecha que, si bien es poco probable que consiga formar un ejecutivo, sí que podrá retrasar unos días la llamada a las urnas.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quiso recordar a Tsipras los compromisos que ha contraido su país con la Unión Europea. "Tomo nota del anuncio del primer ministro Tsipras esta noche sobre unas elecciones en Grecia", señaló Dijsselbloem, quien consideró "crucial que Grecia mantenga su compromiso con la eurozona" tras el anuncio del líder de Syriza.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, por su parte, se refirió a este asunto en Twitter: "Tomo nota de la decisión de Tsipras (de renunciar al cargo y proponer la celebración de comicios). Grecia ha firmado un nuevo programa de asistencia financiera. Un amplio apoyo y una ejecución resuelta es clave para su éxito".
La agencia de calificación Moodys también ha reaccionado a la convocatoria de elecciones, asegurando que Tsipras ha puesto en peligro las condiciones del rescate con su adelanto electoral.
"Syriza ha perdido poder"
"Syriza ha perdido poder y por extensión, el Gobierno", asegura el ministro de Energía
Por su parte, el ministro de Energía, Panos Skurletis, afirmaba unas horas antes que las elecciones anticipadas eran una opción necesaria por dos razones: "Syriza ha perdido poder y por extensión, el Gobierno", y se trata de una cuestión de "legitimidad democrática".
"Syriza es el principal partido de un Gobierno que debe aplicar un programa distinto a su mandato", decía. Para abordar las diferencias internas, el comité del partido ha fijado para septiembre la celebración de un congreso extraordinario y aunque algunas voces apuntaban a que las elecciones no serían antes, Skurletis se ha mostrado a favor de relegar la reunión a después de la cita con las urnas.
A ello se sumaría que la población no haya tenido aún suficiente tiempo para notar los efectos de las medidas impuestas por el rescate, como el recorte de las pensiones o la subida de algunos impuestos.
Otro escenario sería esperar a octubre, cuando está prevista la primera evaluación del programa, para conseguir arrancar a los acreedores la promesa de la reestructuración de la deuda y así venderla como un logro político ante el electorado. Las últimas encuestas publicadas antes del verano situaban a Syriza en cabeza, aunque de nuevo necesitaría el apoyo de un socio de coalición.