El cable es un accesorio tendente a desaparecer, al menos en el largo plazo. La tecnología ya permite en algunos casos prescindir del plástico para transmitir información. Es el caso de los auriculares inalámbricos. Un ejemplo es la certificación Buetooth, que habilita la transmisión de música y voz desde el teléfono móvil, ordenador o tablet, a otros dispositivos como auriculares o altavoces.
Un avance que ha dado el salto a la recarga de la batería, como han puesto de manifiesto alguno de los últimos teléfonos móviles lanzados al mercado. Ya es posible rellenar la batería del móvil a través del aire, con un cargador inalámbrico. Un elemento que consiste en una superficie plana con un cable que se enchufa a la red. Sobre esa superficie se deposita el teléfono, cuyo indicador de carga se activará automáticamente en pantalla. El único 'pero' de este nuevo sistema está en el tiempo de carga, sensiblemente superior al habitual con cable -nada preocupante-. La tecnología solucionará este problema. Es cuestión de tiempo.
Una funcionalidad incluida en el Google Pixel 3XL, dispositivo lanzado hace una semana por el gigante norteamericano de las búsquedas en Internet. Algo que Huawei también ha incorporado en su Mate 20 Pro, presentado en Londres hace sólo unas horas en un evento que ha congregado a unos 2.000 periodistas de todo el mundo.
Una posibilidad interesante cuando no se tenga un enchufe a mano. Pedir carga será en un futuro no muy lejano tan común como pedir hoy en día un cargador físico
La enseña china ha dado una vuelta de tuerca a este concepto. El Huawei Mate 20 Pro puede convertirse en un powerbank sin cables, en una fuente de alimentación para otros teléfonos o dispositivos sin necesidad de conexiones físicas, siempre que tengan también capacidad de carga inalámbrica: auriculares Bluetooth, altavoces, teléfonos...
Activar la función
En el caso de la carga de otro terminal es algo que hemos podido comprobar. El Huawei Mate 20 Pro es capaz de recargar la batería del Google Pixel 3XL sin necesidad de cables. Sólo hay que activar la función en el móvil asiático -está en el menú Configuración/Batería/Suministro de alimentación inalámbrica- y juntar los dispositivos.
Una cualidad que no posee el modelo de Google, que puede cargarse en ausencia de plástico pero no alimentar la pila de otros dispositivos.
Una posibilidad interesante cuando no se tenga un enchufe a mano. Pedir carga será en un futuro no muy lejano tan común como pedir hoy en día un cargador físico.