Exane BNP Paribas ha realizado una llamada a la prudencia en España, a través de su analista jefe, Santiago López quien se ha tomado la molestia de recabar la opinión de 17 de los analistas de Exane para un informe de 88 páginas sobre España. El resultado no es alentador. Se nota que López, famoso por su dureza con la banca española, intenta suavizar el mensaje, pero deja claro que los mercados se han pasado en su euforia.
“The Ex-pain Report: memento mori”. (Expain por lo de Exane y Spain y en latín, “recuerda que morirás”). Un documento que reconoce los avances impulsados desde el Ejecutivo y que la situación no es la de hace algo más de un año, pero pone de manifiesto que gran parte del tirón del mercado se debe a las palabras mágicas de Mario Draghi.
Especialmente duro es con el sector bancario, al que mantiene una recomendación total de venta, con potenciales de caída del 20% para Santander y BBVA, del 25% para Popular, de cerca del 40% para Sabadell y Bankinter y del 50% para Bankia.
¿Lo nunca visto?
Los precios actuales del sector financiero descuentan retornos de doble dígito, en línea con el coste del capital, algo que supondría “beneficios récord nunca vistos antes”, lo que a López le parece muy difícil, pese a que el entorno macro haya mejorado algo.
En la nota explicativa a sus clientes, los expertos de Exane indicaban que “el 80% de las compañías que cubrimos en España (casi todo el IBEX y muchas small caps, en total casi 60) las tenemos en underperform o neutral. Sólo 19% están en outperform”.
Todo esto llega, “sin ninguna coordinación a nivel empresa/estrategia, ni nada parecido”, solo el resultado de las opiniones individuales de sus analistas.
España respira, por tanto, un exceso de euforia que debe corregir. López ha sido duro con los bancos en los últimos tiempos, aunque sus argumentaciones están más que bien fundadas. Pero no sólo es crítico con los bancos. En mayo de 2013 alertaba sobre “cuestiones como la nacionalización de apartamentos en Andalucía o el incremento del Fondo de Garantía de Depósitos para pagar a preferentistas”.
También, “la economía sumergida, un fraude que si aflorara, generaría unos ingresos al estado del 8% del PIB, que harían decir adiós al déficit”. Sin olvidar, “la presión asfixiante de las clases medias: 3,5 millones de personas, el 18% de los contribuyentes (pero sólo el 7% de la población) suponen el 70% de los ingresos por IRPF. No se trata de subir más impuestos. El problema es cortar los gastos improductivos. La gigantesca estructura del estado consume alrededor del 50% de los ingresos. En el actual estado de emergencia económica, no es aceptable mantener déficits del 6% cuando están relacionados con gasto público improductivo. No es una cuestión de austeridad, sino de en qué áreas hay que implementar esa austeridad”.
Pese a los mejores datos macro, está claro que en Exane contempla que hay pocos avances sobre todo esto que denunciaba.