El Gobierno ha dejado claro esta semana que la mayor parte de los fondos de reconstrucción procedentes de la Unión Europea (un 37%) se destinarán a financiar la transición energética, es decir, la transformación del sistema energético del país de fórmulas más contaminantes a otras más sostenibles.
Esto supone abandonar definitivamente combustibles como el carbón, cuyo desmantelamiento se viene produciendo desde hace unos años, y potenciar energías renovables como la solar, más respetuosas con el medio ambiente. El problema está en que abandonar industrias como la minería ha traído efectos colaterales como la despoblación de zonas como Asturias o León, donde esta actividad tenía un importante peso relativo en el Producto Interior Bruto y para las que ahora no hay nuevas soluciones.
España ha ganado en las últimas dos décadas seis millones de habitantes, pero el crecimiento no se ha producido en todo el territorio nacional por igual, de hecho en ese mismo periodo el Principado de Asturias ha perdido un 7% de su población y León un 5%. Los años de la bonanza económica previos a a la crisis financiera de 2008 permitieron que ambas provincias recuperaran población, pero desde el año 2010 el número de residentes no ha hecho más que bajar.
Precisamente, en 2010, la Comisión Europea diseñaba la normativa para el cierre de las centrales térmicas de carbón. Desde Bruselas le decían entonces a estas regiones que su 'oro negro' ya no tenía valor. Un mensaje que activaba el inicio del cierre de las minas, el último en 2019, que ha acabado con su tejido industrial y que ha desatado una 'sangría' de desempleo.
En plena crisis del coronavirus y con el compromiso de ayudas 'verdes' para reactivar la economía, los afectados por el cierre de la industria del cabrón ven que se pierde una nueva oportunidad de crear una industria alternativa para conquistar tanto a su juventud y a la inmigración.
"Ahora mismo hay encima de la mesa cerca de 1.400 proyectos para reactivar las zonas afectadas", explica Jesús Crespo, responsable del sector de la energía de CCOO Industria. "Con el tema de la covid-19, todos los fondos se encajan dentro de los planes de recuperación del Gobierno con propuestas de producción de energía renovable que ayudarían a la recuperación de estas regiones", añade.
Pérdida del 93% de trabajadores en diez años
La pérdida de población que se ha producido en ambas zonas coincide con la caída de la afiliación a la Seguridad Social que se ha registrado en el Régimen Especial del Carbón, que ha pasado de tener 16.620 trabajadores en el año 2000 a sólo 1.178 trabajadores a cierre de septiembre de este año, una bajada del 93%.
La mayoría de ellos trabajan en las cuencas asturianas (1.045), mientras que todavía hay 75 mineros en León, 38 en Teruel y 17 en Zaragoza.
Hace una década, todavía había municipios asturianos con bastantes residentes que se dedicaban a la minería de carbón, como Ibías (348 trabajadores), Cangas del Narcea (305), Avilés (163), Degaña (120), Lena (114), Mieres (87) o Tineo (36).
Además en la capital, Oviedo, residían 2.817 trabajadores del carbón, lo que elevaba la cifra total de mineros en el Principado a 4.024. De ellos, hoy sólo quedan 1.049, de los que la mayoría (921) residen en la capital; 69 viven en Mieres, 27 en Ibías, 20 en Cangas del Narcea, 7 en Degala y 5 en Avilés. León contaba hace diez años con 2.254 trabajadores del carbón, de los que hoy solamente quedan 76, residentes en la Pola de Gordon (67) y Villablino (6).
Mientras el Gobierno central, autonómico y sindicatos buscaban durante la última década soluciones al cierre del carbón, estas regiones se han ido agarrando a diferentes 'clavos ardiendo' que no han logrado recuperar su censo previo a 2010. Asturias ha vivido un 'boom' del turismo nacional, amplificado con esta pandemia, pero su componente estacional y la concentración de la actividad en la zona costera lo hacen insuficiente. León, por su parte, también busca ser un referente del turismo de interior y ha potenciado otras actividades como el producción de vino a través de la Denominación de Origen Bierzo.
¿'Oro verde'?
Los expertos del sector energético creen que, pese a que no se ha atajado el problema a tiempo y al uso 'errático' del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de Bruselas, hay ahora unas bases sólidas para crear una nueva industria en Asturias y León. Tienen la esperanza de que el 'oro negro' se convierta ahora en 'oro verde'.
"Es relevante incentivar el desarrollo de proyectos renovables y acelerar su tramitación administrativa", recomienda Jaime Moretón, responsable de energía de la consultora everis. "Esto permitirá una rápida transición al cierre de las térmicas, en términos económicos y de empleo, así como tener como objetivo convertirlos en centros de innovación y desarrollo de elementos en los nuevos vectores energéticos, como pueden ser las baterías, motores de hidrógeno", matiza.
Desde dentro de las negociaciones vemos interés en solucionar este problema tanto por los grandes grupos industriales como por la Administración"
La senda de descarbonizacion que se va a acometer durante la próxima década con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) estima una inversión para esta tarea de 241.412 millones, generando entre 253.000 y 348.000 empleos por año. "Pese a ello, el propio PNIEC reconoce que el sector de la minería es el único sector que no tendrá un crecimiento neto en este periodo, afectando a zonas de la cuenca minera de León o de Asturias", explica Jaime Moretón.
El responsable del sector de la energía de CCOO Industria se muestra "muy optimista" con la recuperación de los territorios olvidados de la minería. "Desde dentro de las negociaciones vemos interés en solucionar este problema tanto por los grandes grupos industriales como por la Administración", declara Jesús Crespo. "Los próximos tres años van a ser claves", añade. Aunque nadie olvida que la pandemia del coronavirus es un nuevo factor que aumenta las dudas sobre el futuro de estas regiones.