La situació de Correos es "crítica", según aseguraba Pedro Saura, su presidente, hace unas semanas tras analizar las cuentas del operador público postal después de ser nombrado presidente a finales del año pasado. Su predecesor en el cargo, Juan Manuel Serrano, dejó la compañía con un agujero de más de 1.000 millones de euros de pérdidas en sus casi cinco años de mandato.

Serrano, en su día jefe de Gabinete de Sánchez, es amigo del presidente desde hace años. Tras dejar Correos fue nombrado director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT).

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de Correos, incorporó en la compañía a Fernando Ramírez como director de Recursos Humanos (RRHH) en septiembre de 2022. Quería tener una persona de su máxima confianza en las tripas de la empresa y Ramírez fue en el pasado su brazo ejecutor en Navantia cuando hubo que realizar ajustes. Antes estuvo en Airbus desempeñando la misma función (responsable de RRHH).

Es un perfil que no gusta a los principales sindicatos de Correos. Tanto Comisiones Obreras como UGT lo califican de "cortoplacista". Aseguran que no es el perfil indicado para reflotar la empresa y pensar en un proyecto de largo recorrido. Todo a las puertas, si nada lo remedia, de unos nefastos resultados económicos (nos referimos a los de 2023) con Serrano ya fuera de la compañía pero con Ramírez con más de dos años de vuelo en Correos.

Su salario en Correos

Este diario ha preguntado a exdirectivos de la corporación pública por el salario que recibe Fernando Ramírez. Aseguran con rotundidad que cobra prácticamente lo mismo que en su día tenía asignado Serrano.

"Ramírez negoció muy bien su sueldo antes de llegar a Correos. Tiene un contrato blindado y su salario es el mismo prácticamente que el que en su día se llevaba Juan Manuel Serrano", explican estas fuentes a Vozpópuli. Desde Correos han declinado hacer declaración alguna a este respecto.

El portal de transparencia de Correos desgrana parcialmente el sueldo de Serrano en el último ejercicio. "Las retribuciones brutas anuales percibidas en 2023 por el anterior Presidente de Correos desde el 1 de enero hasta la fecha de su cese ascendieron a 207.077,65 euros. Asimismo, en dicho ejercicio percibió 25.335,80 euros en concepto de indemnización como máximo responsable". Sin embargo, el texto no detalla si Serrano cobró o no el bonus por cumplimiento de objetivos, una cuestión que no facilitó la corporación a preguntas de este periodista. Tampoco ha sido respondida en el Congreso de los Diputados a preguntas del Partido Popular. Todo es hermetismo.

Las tres preguntas con las que interpelaron al Ejecutivo están firmadas, entre otros, por los populares Celso Delgado y Jaime de Olano, que las trabajaron junto a Miguel Tellado, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Baja. En la primera se preguntaba al Gobierno acerca de si Serrano había cobrado el bonus, en la segunda se cuestionaba si era ético que lo hubiera hecho con las "monumentales pérdidas" de la entidad pública postal durante su mandato, y en la tercera se interrogaba acerca de si la retribución variable tenía el aval o visto bueno de la (SEPI).

La respuesta del Ejecutivo ha sido un circunloquio en el que se hace referencia a que los salarios para ese tipo de directivos están publicados y se pueden consultar.

El papel de Saura

Saura, como Serrano, es socialista de carnet. Hasta fondear en Correos ejerció como presidente de la empresa pública Paradores y en su día fue secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda en el Ministerio de Fomento, además de diputado durante casi una década.

Ahora tiene por delante una labor ímproba: volver a posicionar a Correos en números y por relevancia. LLeva meses realizando auditorías internas y leyendo documentación para comenzar a tomar decisiones.

Es particularmente preocupante el desplome del negocio internacional del operador postal en los últimos años, aquel que depende de los acuerdos que Correos firma con otras empresas de fuera de nuestras fronteras para transportar mercancías en nuestro país.

Los datos son palmarios: en 2018 la cuota de mercado internacional de la empresa pública era del 71%, hoy esta cifra es del 26,6%. Una caída del 44,4%, según los datos públicos facilitados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

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